ALEA IACTA EST
No por esperado deja de ser menos triste. El Parlament rompiendo un código no escrito en política ha dejado sin escaño en el Senado a Miquel Iceta. ERC, Puigdemont &Friends y la “bendita” CUP han escenificado, con toda clase de ornamentación y boato, el fin de la solución menos dolorosa para esta Catalunya de tirios y troyanos que el 27 de octubre de 2017 nos dejó. Aunque ahora algunos de aquellos digan que “fue una broma de mal gusto”
No hay más sinrazón que negar la razón y hoy desde la mayoría soberanista se ha puesto de manifiesto. Si mañana hacen una encuesta entre los catalanes, los afectos a la independencia exprés de Puigdemont-Torra y la oligarquía del 3%, se situarían bajo mínimos después de cerrar la posibilidad de crear un entorno político favorable a una sentencia menos cruenta del Tribunal Supremo en el juicio del ”procés”.
¿Y ahora qué? Nos preguntamos quiénes desde una perspectiva a largo plazo, queremos que en el corto (miramos hacia un año como mucho, porque lo de la absolución es una quimera) los políticos presos estén en libertad (los huidos es harina de otro costal) Cerrados los posibles puentes de diálogo con la decisión infantil del clan soberanista de vetar a Iceta…solo nos queda una Catalunya inmersa en un avatar incierto, agravado por la sentencia del Supremo sobre Junqueras y el resto. Un PSOE soberano en las Cortes españolas (Congreso y Senado) más proclive a un 155 según se desarrollen los acontecimientos que a volver a hablar de reconducir la situación penal de los reos. Me ha gustado la pregunta de la portavoz socialista en el Parlament: ¿qué gana Catalunya con esto? En cualquier viñeta del gran Ibáñez aparecería un significativo…SIN PALABRAS.
