LAS MIL Y UNA FOTOS
La mañana empezaba con el trabajo “imprescindible” de mantenimiento de la autocaravana en cuestión (sin especificar tareas). Compuestos de atuendo y desayuno vamos dispuestos a recorrer Llanes desde la playa de Sablón hasta el puerto (ida y vuelta). El conjunto medieval con Torre, murallas e iglesia del siglo XIII (recuerdo que en mayo durante el Camino se celebró en ella una boda de alto postín). Calles estrechas donde tabernas y tiendas con glamour o de tendencia hippie se van sucediendo, nos dejan en la Mayor donde empiezan las tradicionales y todo tipo de oferta gastronómica (estamos en Asturias y aquí se cuecen las fabes y otras exquisiteces, como el Cabrales (sin duda el mejor queso del mundo) Un café en la plaza Mayor y coincidimos con dos parejas de Ciutadella de Menorca (por el acento los conoceréis) “qué si tal, que si cual” lo típico en estos casos…y a seguir camino…un vistazo rápido al puerto y a seguir la marcha. Atrás queda Llanes, una ciudad donde se hizo realidad una parte de la emigración rica que volvió de hacer las Américas, Casas de “indianos” que rebosan lujo por fuera (por dentro no las hemos visto). Una detrás de otra como símbolo de una riqueza ganada a pulso.
Empieza el recorrido de las mil y una fotos, siguiendo fielmente el Camino de Santiago…Playa de Poo…Playa de Celorio (el mirador del Monasterio es de obligado cumplimiento)…Playa de Barro y camino de la ría de Barru en Niembru encontramos la parroquia de los Dolores que preside una ensenada de especial belleza…La sucesión de imágenes de este Mar Cantábrico que va esculpiendo en la roca miles de formas distintas, te hace ralentizar la marcha, pero cómo te dejas una foto en el carrete?. Antes de Ribadesella, cerca de San Antolín (monasterio en ruinas) tres cisnes junto a unas gaviotas alargan sus cuellos hasta el fondo para conseguir el alimento…Luego Ribadesella. La parte indiana que da a la playa supera en belleza a ese paseo de bares y restaurantes de la parte vieja junto a la ría donde descansa el Sella después del paso de los salmones. Ahora es el momento de la angula blanca y cara. Ayer se pagó a 4950 € el kilo. Algo menos los pastelitos Leticia (si en honor a la Reina). El rumbo a la comida lo marcan tres posibilidades de llegar hasta la playa de Vega (pequeño paraíso de surfistas). El primero (casi monte a través) la autocaravana (prudente como nadie) dijo que mejor ir andando…le hicimos caso y regresamos a la placidez de la. N-632…surfistas, turistas y alguna que otra familia bien arreglada (es sábado y hay que sacar a la suegra a pasear) componen el personal que nos hemos encontrado (también creía que estaríamos solos, pero ya lo ven este puente tiene algo de veranillo de San Martín y hay que aprovechar para encontrarse con lo desconocido) Tras una frugal colación a viajar hasta Tazones, punto y final del día. No sin antes dejarnos caer por La Isla (vacía como corresponde a las fechas). De ahí nace una senda por la costa hasta Colunga que es una maravilla (andando eso si). Después de una trampa del Google Maps (estaba despistada la aplicación) y 18 kms más llegamos a Tazones…localidad marinera donde desembarcó allá por los comienzos del siglo XVI un señor conocido como Carlos V que llegó a ser Carlos I de España. Nieto de Isabel y Fernando, ya fue precursor de la invasión turística de los alemanes como se demostrará casi cuatro siglos después. Y aquí estamos en una previa a la cena en el restaurante El Pescador (venimos recomendados). Uno de los muchos que rodean este puerto que en su día fue un símbolo entre los balleneros. La curiosidad del día han sido los tractores recogiendo algas en las playas, vamos una llamada gelidrium que se utiliza para el espesante Agar-Agar y cosmética…hay gente pa too. Como la cena promete alguna degustación de sidra prefiero cerrar aquí este tercer día. Prometo que mañana comenzaremos este diario con el menú de esta noche.