LOS SEIS MIL

Hoy era uno de eso días en los que tomábamos un desvío de la RN 40 para buscar parajes complementarios a los que ofrece la Ruta. Desde Tinogasta por la RN 60 nuestra meta era el Paso de San Francisco fronterizo  con Chile a 4775 metros de altitud. El objetivo no era clavar una banderita en nuestro mapa particular, sino ver de cerca (bueno lo más posible) los cinco volcanes que superan los seis mil metros de altura. Después del Himalaya la cordillera más alta del mundo. El Incahuasi de más de 6600 maestros, el Dos ojos, el Nevado, el muerto, etc. Para llegar a ellos 246 kms de una carretera excelente que primero te lleva a Fiambalá (ahí ponemos gasolina “por la duda” que dicen aquí). Antes nos fijamos en el desvío a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, la más antigua de las construidas en adobe (no en vano estamos en la ruta de este tipo de construcciones), pero eso lo dejamos para más tarde.

Un sol de justicia y un cielo azul hacían presagiar un excelente día para ver los volcanes en todo su esplendor y sin las nubes o nieblas que (nos cuentan) algunas veces impiden su vista. A lo largo de la subida a San Francisco te sorprende la cantidad de burros (si burros de cuatro patas) salvajes que se crían por estos lares. Conviviendo con ellos las vicuñas (a lo largo del recorrido te recuerdan que está prohibido su caza)…alguna vaca despistada y pocos animalitos más hasta llegar a Cortadoras (centro turístico donde no había nadie), Allí una pequeña laguna con patos, flamencos y algunos pájaros que desconozco su plumaje (por cierto de cóndor ni un graznido). Fotos de rigor como peden comprender y a seguir hasta el final…A estas alturas empiezan a asomarse los volcanes seudodichos y las sesiones de fotos se prolongan en el grupo. Pasamos Las Peladas y sigue la visión de esos monstruos de la naturaleza que algún día dijo o piensa decir “aquí estoy yo”. Espero que no sea hoy piensas. Al llegar a La Gruta una barrera impide continuar hasta el Paso de San Francisco. Faltan 21 kms y a pesar de que enfrente tienes los volcanes, cosa que arriba a lo mejor no se ven. No deja de ser una pena que hayas venido desde España, que estés haciendo la RN40 desde arriba hasta abajo, que las condiciones climatológicas sean las idóneas, para que un asunto burocrático haga imposible cumplir el objetivo. Es lo incomprensible de la burocracia y los burócratas. Con esas nos bajamos hasta Fiambalá donde comimos y desde allí siguiendo a ta del adobe a la iglesia de nuestra Señora del Rosario. Datada de comienzos del XVIII (1712 reza en su puerta) construida al lado de un complejo , también en adobe, que servía de cooperativa. Es la más antigua de esta provincia. Vista la iglesia uno se traslada a Malí, concretamente a Djené y ve las similitudes entre ambas construcciones, el barro. Una construcción singular con un techo de caña imponente y un altar en barro que la distingue.

Otra vez observamos las dunas de Fiambalá y Tinogasta donde se practica el snowboard y otro deportes “de riesgo” porque bajar por ahí es cuando menos “poco recomendable” para personas de cierta edad (como yo). Y sin solución de continuidad desde Tinogasta tomamos el atajo de la Ruta provincial número 3 y hasta empalmar con la 40 a 30 kms de Chilecito, final de etapa. Aquí destaca (la mina…donde iremos mañana y un Cristo del tamaño del Corcobado que parece un pestiño en la tarta de recién casados. Mañana nos espera otra jornada larga “pero como compensa el paisaje” hasta San Juan…si la subida de La Miranda…mañana os lo cuento.