ETAPA 15 TORREJÓN EL RUBIO-VILLARREAL DE SAN CARLOS

DE CUANDO LA REALIDAD SUPERA LA PREVISIÓN

Ayer estudiamos con una persona del lugar la etapa de hoy entre Torrejón el Rubio y Villarreal de San Carlos en pleno centro del Parque Nacional de Monfragüe…vimos el recorrido por Google, aunque está marcado el sendero. Comprobamos nuestros datos sobre trazado y perfil. Todo parea prepararnos para una etapa de 13 kms, cómoda (tanto que hemos desayunado a las nueve) para llegar a las 13,30 tomándonosla con tranquilidad. Hasta aquí antes de comenzar a andar por la EX-208 (nuestra referencia hasta Plasencia) y salir de ella a unos 1500 metros aproximadamente para adentrarnos en una pista compactada (de otra manera después de la lluvia hubiera sido complicada) llaneando (una foto aquí, mira que encina, una charca con flores blancas, huy que bonito) Así hasta el comienzo de una larga y pendiente bajada con un puente al final (es lo que se veía). Paisaje que rompe la dehesa clásica para mostrarnos una serie de montes , todos encinares, a lo que da el horizonte. Con cuidado, pero observando a lo lejos la subida que nos toca después de la bajada…El puente, arreglado para el paso del ganado. Ahí comienza una subida pronunciada (sobre un 20%) por un peñascal con vegetación que te obliga a mucho, pero sobre todo a no resbalar…Cuando llegas arriba, otra vez cambia el paisaje…una parte de dehesa clásica y al fondo unas peñas (te preguntas ¿tengo que ir hasta allí? Confías en que no. Te equivocas)  A todo esto ya te has mojado suficiente para ponerle nombre al “indio”…Pies mojados. El primer tramo con mucha agua tratas de esquivarlo, el segundo también, pero a partir del tercero sabes que acabarás, eso mojado. Con esas llegamos a una de las referencias de la planificación de esta etapa la finca Puente Viejo…se nos plantea una duda porque, no puede ser que el camino siga por ese pedregal…pues google dice que si y a regañadientes (el franchutis protesta, como es lo suyo) subimos pisando piedras poniendo a prueba los tobillos…hasta llegar a una marca de la senda. Miramos hacia arriba y vemos las peñas (las que antes decíamos, no puede ser) y las nubes cubriéndolas. Venga poco a poco…a todo esto Jean Luc pone su momento Mozart y entre sonrisas vamos superando las dificultades (las piedras cada vez son mayores y con el agua resbalan) parada para las fotos de un paisaje que nos supera…es la inmensidad de “tots els colors del verd” que cantó Raimon (se refería al País Vasco) pero creo que no había visto todavía esto. Llegamos a las nubes (frío intenso) y a bajar…¿por dónde? Bueno encontramos la senda y aparece un nuevo paisaje (no en el horizonte) más próximo…cantidad y cantidad de encinas centenarias que cada una es un cuadro (no me atrevo a decir, milenarias, por no parecer exagerado, pero…) Las fotografiamos casi todas (unas pocas, Valentín) La bajada entre piedras sueltas es de aupa, pero quedaba lo peor para nuestras piernas…Mientras vigilo la bajada de André, por aquello del código del Camino, una cierva pasa por dónde antes habíamos pasado (luego me he enterado que aquí los ciervos llegan hasta las casas de Villarreal de San Carlos) Por un momento perdemos la senda y al encontrarla el susto es de los  buenos….¿por ahí?…si, a bajar con el cuidado al límite, por un arroyo que te obliga a prestar toda la atención para sostenerte en pie…al final una pista forestal que nos lleva directamente al Pantano Alcántara II en el río Tajo. Buscamos el puente del Cardenal (que unas veces se pasa y otras no, dependiendo si lo cubre el agua del pantano) hoy estaba franqueable. Mientras una colonia de buitres revoloteaba en lo alto (pensamos que habían visto tres peregrinos con hambre y preveían que podían ser presa fácil. Como dice Tony Mayans si te haces el muerto duras poco) Otro subida, mitad por unas piedras traicioneras y la otra mitad por la EX-208 (cómo no) nos deja a las puertas de Villarreal de San Carlos donde viven cuatro personas y un guarda…donde trabajan unas cuantas más entre un restaurante y servicios oficiales del parque. Todo son casas rurales o apartamentos turísticos. Además de los chozos recuperados (antiguas viviendas del parque) como atractivo turístico para darle autenticidad a las excursiones. Desde mediados de septiembre hasta finales de octubre (nos comentan) la berrea de los ciervos es un momento de máxima ocupación…no descarto volver…Mañana vamos a Plasencia…creo que nada superará lo de hoy…Dormir (muy bien la casa rural Al-Mofrag) y la comida es lo de menos en este caso.