EL CELLER DE CAN ROCA

Era el día idóneo para ir al Celler de Can Roca en Girona. Hora la una. Ya en la mesa y empieza un espectáculo gastronómico donde se da prioridad a la exaltación de todos los sentidos. El gusto, el olor y la vista. Pero además el menú está inspirado en el bagaje de cuantos países recorren al cabo del año estos tres magos de la restauración.
El primer aperitivo ya es una sinfonía geográfica…Tailandia, Perú, Corea del Sur, China y por último Japón. Productos y platillos de esos paises tratados con la gracia creativa del Celler y la tecnología que atesoran nos trasladan hasta cada una de sus cocinas.
El segundo quiere representar los recuerdos de los tres hermanos en la casa de sus padres…una bonita escenografía da paso a cinco snaks basados en las tapas que elaboraban en su establecimiento. Calamares a la romana, riñones al jerez, bombón de palomo, bacalao con espinacas y piñones. Para “beber” campari.
Después nos llevan hasta la orilla del mar para saborear una estrella de mar que no es otra cosa que un crujiente hecho con estractos de cabeza de gambas. A eso le añadimos un ceviche y un mejillón con espuma de Albariño.
Le sigue un clásico en el Celler. El bonsai de olivo. No es otra cosa que un helado de aceituna pero muy conseguido. El tiempo lo mejora.
Lo siguiente es un helado de trufa y un bríox con una ralladura, también de trufa.
A partir de aquí comienza el menú festival…a 205 € sin vino. No les he comentado que los vinos escogidos han sido un blanco de 2015 de Terra Remota. Excelente garnatxa blanca y chardonnay. El equilibrio del coupage es extraordinario en este vino del Alt Empordà. En tintos nos hemos ido hasta el Priorat, Gratallops Partida Bellvisos 09. Un vino elaborado por Sara Pérez y René Barbier, hijo del gurú. Un 2009 muy equilibrado con garnatxa, cariñena y syrah…Los precios del vino en el Celler son más que correctos para el sitio en que estamos.
Primer plato de la sección de pescados…salmonetes marinado con lo bueno y espuma de higos.
Para el siguiente nos regalan con una flor de cebolla de figueras con una salsa de queso comté….
Comtessa  de espárragos blancos y trufa.
Cigala con salsa de cacao y crema de galera con coco y ceps.
Barat con tempùra de judia del gantxet.
Gamba marinada en vinagre de arroz. Las patas crujientes, Todos acompañado de algas y fitoplacton
Raya roja con salsa de pimiento escalonado y ruibarbo
Besugo de la “piga” con sanguina y salsa de sus espinas
Cochinillo ibérico con diferentes acompañamientos.
Llata de Ternera escarlata…
Civet de palomo en su jugo
Como postres…Bosque lluvioso, una combinación de sabores que nos recuerdan a ese bosque después de una bonita lluvia.
Higos con hinojo…Una experiencia cromática de naranjas.
Para acabar un conjunto de productos (chocolate, ciruelas pasas, cacao y hoja de tabaco) que te lleva hasta la sensación que estás destapando una caja de habanos.
Después de esta ópera de sabores, olores e imágenes nos fuimos a Cadaqués esa perla de la Costa Brava donde nunca se pasa, hay que ir.

EL CELLER DE CAN ROCA
Era el día idóneo para ir al Celler de Can Roca en Girona. Hora la una. Ya en la mesa y empieza un espectáculo gastronómico donde se da prioridad a la exaltación de todos los sentidos. El gusto, el olor y la vista. Pero además el menú está inspirado en el bagaje de cuantos países recorren al cabo del año estos tres magos de la restauración.
El primer aperitivo ya es una sinfonía geográfica…Tailandia, Perú, Corea del Sur, China y por último Japón. Productos y platillos de esos paises tratados con la gracia creativa del Celler y la tecnología que atesoran nos trasladan hasta cada una de sus cocinas.El segundo quiere representar los recuerdos de los tres hermanos en la casa de sus padres…una bonita escenografía da paso a cinco snaks basados en las tapas que elaboraban en su establecimiento. Calamares a la romana, riñones al jerez, bombón de palomo, bacalao con espinacas y piñones. Para “beber” campari.Después nos llevan hasta la orilla del mar para saborear una estrella de mar que no es otra cosa que un crujiente hecho con estractos de cabeza de gambas. A eso le añadimos un ceviche y un mejillón con espuma de Albariño. Le sigue un clásico en el Celler. El bonsai de olivo. No es otra cosa que un helado de aceituna pero muy conseguido. El tiempo lo mejora.Lo siguiente es un helado de trufa y un bríox con una ralladura, también de trufa. A partir de aquí comienza el menú festival…a 205 € sin vino. No les he comentado que los vinos escogidos han sido un blanco de 2015 de Terra Remota. Excelente garnatxa blanca y chardonnay. El equilibrio del coupage es extraordinario en este vino del Alt Empordà. En tintos nos hemos ido hasta el Priorat, Gratallops Partida Bellvisos 09. Un vino elaborado por Sara Pérez y René Barbier, hijo del gurú. Un 2009 muy equilibrado con garnatxa, cariñena y syrah…Los precios del vino en el Celler son más que correctos para el sitio en que estamos.Primer plato de la sección de pescados…salmonetes marinado con lo bueno y espuma de higos. Para el siguiente nos regalan con una flor de cebolla de figueras con una salsa de queso comté….Comtessa  de espárragos blancos y trufa.Cigala con salsa de cacao y crema de galera con coco y ceps.Barat con tempùra de judia del gantxet.Gamba marinada en vinagre de arroz. Las patas crujientes, Todos acompañado de algas y fitoplactonRaya roja con salsa de pimiento escalonado y ruibarbo Besugo de la “piga” con sanguina y salsa de sus espinasCochinillo ibérico con diferentes acompañamientos.Llata de Ternera escarlata…Civet de palomo en su jugoComo postres…Bosque lluvioso, una combinación de sabores que nos recuerdan a ese bosque después de una bonita lluvia.Higos con hinojo…Una experiencia cromática de naranjas.Para acabar un conjunto de productos (chocolate, ciruelas pasas, cacao y hoja de tabaco) que te lleva hasta la sensación que estás destapando una caja de habanos.
Después de esta ópera de sabores, olores e imágenes nos fuimos a Cadaqués esa perla de la Costa Brava donde nunca se pasa, hay que ir.