SANTO ANTAO 2

Dejamos Casafrance, que no deja de ser una opción válida para dormir el día dedicado a esta parte de la isla. Nos dirigimos desde el centro de Porto Novo. La referencia es una tienda de una compañía de telecomunicación convencional en Cabo Verde.

Vamos hacia Ribeira Grande por la carretera principal de esta isla que atraviesa las cordilleras y une ribeiras.  36 kms de curva y contra curva y ascensión constante hasta cruzar la primera cima nos va adentrando en un paisaje que define claramente esta parte de la isla. Verde que te quiero verde. Terrazas de cultivo, de difícil acceso, pero de una riqueza natural que te hace abrir los ojos… Sobre todo cuando la niebla te ciega las distancias. Ojo hay que ir abrigado, hace frío y el aire agrava más esa sensación.

Lo,primero es llegar a Cova Crater, una pequeña carretera rodea esta caldera, antiguo cráter de un volcán extinto. No se lo pierdan. No tienen prisa.

La carretera sigue pasando por desfiladeros de una belleza extraordinaria. A la derecha y a la izquierda tenemos Riberas distintas que dan al mar. Es imposible recorrerlas todas, pero hay que intentarlo. La que nos lleva a Ribeira Grande, desciende desde el desfiladero entre vergeles.

Al llegar nos topamos con una ciudad costera cruce de caminos y que es la referencia para todas las Riberas que en ella confluyen. Desde allí y ya que dormimos en Paul o Cidade das Pombas, tomamos la carretera general, que después nos conducirá a Porto Novo donde  acaba nuestra aventura. Pero sigamos…antes de llegar a Paul, está Sinagoga, donde se hallan algunos vestigios del paso de los judíos por la isla (la verdad no supimos en contrarlos). Desde Paul hay que ir a dos lugares, uno la Punthinha de Janela, y otro el Faro do Boi.

El acceso a este Faro do Boi, frente  a una roca. Edificado en 1886 y abandonado. Hoy el acceso es fácil porque está en el camino hacia Porto Novo, en una carretera de reciente construcción. Las vistas son espectaculares.

En Janela vale la pena recorrer aunque sea por un rato la Ribera que sale de esta población. Forma parte del estilo de vida en la isla…

Regreso a Paul para dormir. El hotel Paul Mar de la cadena Spencer. Tiene vocación de convencional, pero no lo es. Edificado en la misma orilla del mar, no tiene ascensor y hay que subir tres pisos. La insonorización es nula, con lo que constantemente te despierta el ruido del mar. el wifi solo funciona en la recepción pese a que dicen que en las habitaciones también y tiene un déficit de agua caliente. El problema es que no hay otro. Pero si soluciones. En la página siguiente se las cuento.

Paul o Vila das Pombas es una ciudad pequeña a imagen y semejanza de cuantas hay en Santo Antao. Eso si es fácil ver desde cualquier punto la estatura de Santo Antao presidiendo la ciudad y el valle.

Comer y cenar en el mismo restaurante convencional cerca del hotel, no está mal…