VILEI (SARRIA) A TROXIO (PORTOMARIN) (Etapa 30)

22,4 kms.

Salida a las 8,00 horas. Llegada a las 13,35 horas

Pasos intermedios: Barbadelo.Leiman. Ferreiros. Mirallos. Parrocha.

PENSIÓN ARENAS. Correcta al precio de 28 €. Comida en Perez correcta a 10 €, gin tonic de Hendrix y feber tree. A 8,5 caro.

Una de las etapas más bellas del Camino prostituida por la aglomeración de gentes que buscan el Xacobeo en los cien últimos kilómetros, es sin duda el gran error de Xunta y curas en esto del Camino. Todo en esta etapa y las que siguen está montado en función de un turismo masivo entorno al Camino. Adios a la verdadera esencia de una bella aventura.

Emprendemos el camino en el kilómetro 108, con el fin de llegar al 83 en Troxio del concello de Portomarín y desde allí regresar al campo base en esta localidad a orillas del Miño.

Lo primero que te encuentras en ese km 108 es la iglesia de Barbadelo, joya del románico a apenas 20 metros del camino y que para desgracia de los caminantes con ansias de aprender nadie de los más de 500 turistas del día de hoy la  ha visitado. Lo triste es que está perfectamente indicada y documentada. Una pérdida de dinero.

Aldea tras aldea, Rente o Mercado Serra vas haciéndote una idea de lo que es esta tierra y su sociología. Haciendas donde pacen vacas de cria o de leche. Grandes tractores, lo bueno de la concentración parcelaria que se hizo en su día. Una fuente decorada con la mascota del Xacobeo del 93, horrorosa.

Sigues dejando atrás aldeas como Molino de Marzán, por cierto un camino de piedras de granito evita que camines sobre un arroyo que ocupa toda la pista del camino. Muy divertido si no tuvieras que hacer cola como en la Expo para pasar debido a la aglomeración de turistas de medio pelo.

Leiman, Peruscallo, Cortiñas, Lavandeira y Brea. Castaños, carballos, vacas y barro son el denomjinador común de este paisaje.

Después Morgade y por fin Ferreiros donde su iglesia de Santa María es otra joya del románico. Nadie la ha visitado según unos trabajadores que construyen un nuevo grupo de nichos.

Aldeas y parroquias que nos llevan a un fuerte descenso hasta el río Miño en el pantano de Belesar. Una visióin idílica de un Portomarín que está arrebosar de turistas y de donde cabe destacar la iglesia de San Nicolás del siglo XII llevada piedra a piedra a su nueva ubicación ya que en 1960 el viejo pueblo fue anegado por las aguas del pantano. San Juan, también románica tuvo el mismo proceso.

Continuamos por una pasarela sobre río Rego as Torres y tomamos una pista en constante ascenso hasta Troxio, donde nos saluda el mojón 85,5, pero como nos queda tiempo llegamos hasta la interseción con la carretera en el mojón 83. Antes un bello horreo nos alegra la vista y el paseo.

Publicado en Diario de Teruel

EL CAMINO TRISTE

Para desgracia de peregrinos y caminantes el Camino a Compostela se acaba en Sarria. A partir de esta localidad de Lugo, las sendas que conducen a Santiago son meras colas como si estuviéramos en la Expo. La magia, la mística de los carballos y corredoiras ha dejado paso a un devenir de gentes que por cinco etapas consiguen contarles a sus amigos o a sus hijos el “yo hice el Camino de Santiago”. Triste, muy triste.

A este paso el próximo xacobeo no hará falta ni venir a Galicia, te darán la Compostela comprando en cualquier hipermercado un número determinado de detergentes o de comida para animales domésticos. Es la realidad de un “Xacobeo churrimangui” al que se apuntan los pijos de Mac Calan y Montecristo después de comer o los fieles seguidores de “Sálvame de luxe” más pendientes de saber de “la esteban” que de visitar las iglesias románicas de Barbadelo o Ferreiros, donde por cierto nadie se ha parado pese a estar debidamente señalizado. Es la tristeza del Camino.