EL DÍA QUE EL AVE MATÓ AL CAMINO ETAPA 19

EL DÍA QUE EL AVE MATÓ AL CAMINO

Qué sería de mi sin ti…es la pregunta que nos hacemos los caminantes de este Camino (cualquiera de ellos) si en invierno (27 de enero, el año lo ponen ustedes) no hubiera algo de frío y nieve en el lento acompasar de la subida a O’cebreiro o al Padornelo y la Canda. Pues la buena de Mónica Lopez en la primera de TVE no auguraba nada que hiciera pensar lo que nos hemos encontrado esta misma mañana (27 de enero de 2019, el año lo pongo yo) Al salir de Requejo, al pie del Padornelo, no hacía frío (nada que ver con las heladas de días atrás) El camino cortado por las obras del AVE y un triste cartel que te desviaba por la N525 (si la noche era oscura, más se hacía con esta realidad) Acababan de matar la belleza del inicio de la subida a ese monte mítico del Sanabrés y nosotros sin saberlo. Pues cariacontecidos por la “mala” nueva emprendemos la marcha en el Km 94,500 de la N525 para salvar el desnivel de 400 metros hasta la cima. A nuestra izquierda la belleza del Camino real y enfrente el deambular por un día triste (además sin nieve en la perspectiva). Pero a medida que pasaban los kms, primero el 96 y luego el 97 nos iba cayendo un agua nieve proveniente de unas nubes que desfilaban al toque del viento por encima de las montañas de nuestra izquierda, como si no quisieran quedarse. Al poco vimos la primera quitanieves dejando sal en la calzada y ya intuimos que iba a cuajar ese “aguanieve” salvadora del paisaje invernal. Un kms más tarde (no pregunten si en el 98 o 99) ya pisábamos esa nieve que emblanquinaba el panorama. El AVE mató al Camino hace ya unos años, pero esa “nieve” de menterijillas iba a salvar una etapa que se presumía aburrida y prescindible. Ya en el 100 desvío a la derecha y a recuperar la esencia del Camino, aunque sea artificial por las obras del AVE (el mismo recorrido que hace tres años) Inmersos en pisar esa nieve virgen ya no pensábamos en la trampa sadúcea que nos habían trazado los burócratas de las infraestructuras de España. El paisaje se había tornado atractivo de repente y con esas ascendimos a la cota de los 1400 del Padornelo. Parada obligada para fotos que lo atestigüen y un buen almuerzo de queso y chorizo (de la zona) regado con un D.O Toro joven para la ocasión y cerrando con un orujo blanco para el café. De ahí también por un recorrido afectado por el AVE (cuándo acabarán estas obras, que duran más que la Sagrada Familia de Barcelona y volveremos a un Camino como el que hicieron nuestros ancestros para ir a la tumba del apóstol) Sin pasar por Antiberos y por una senda entre carballos (preciosa esta parte del Camino arreglado, felicidades) hasta Lubián, el último pueblo de Castilla-León. Estas tierras de Zamora tienen tanto de Galicia que hasta hablan en gallego…En Lubián las calles tienen la ortografía gallega y en los bares se habla gallego (como pueden ver la lengua une y no separa). Y aquí llegamos…pernoctar y cenar en Casa Irene…calidad-precio la mejor. No lo duden si hacen el Sanabrés, es parada obligatoria. Comer en Casa Javi ya es harina de otro costal, simplemente subsistencia. Por cierto sabemos que en la cena tenemos un invitado…Jorge el párroco de Lubián, como hace tres años. La velada se la resumiré mañana (puede ser muy interesante, lo fue hace tres años).