EL SEGUNDO DÍA

Todo empieza con un buen almuerzo, por qué?, pues porque estamos en tierras donde determinados productos son un lujo al alcance de todos. Sin más…tomates, pues RAF, seguramente un manjar exclusivo por estos pagos. ! que difíciles de conseguir en otros sitios¡. Mojama y otros salazones, por ejemplo del Pinatar (Múrcia). Pan recién hecho llega todos los días en una furgoneta a Las Presillas Bajas. No se queden con la boca abierta, para mojar un buen zumo de naranja de la tierra y si me apuran algo de cava para el salazón. Gustán?

Después de esta frugal colación a San José a buscar el periódico y a reservar en la Gallineta en el Pozo de los Frailes, no sea que nos quedemos sin mesa…Luego les explico.

Terminados los quehaceres de la mente y preparados los placeres del estómago, una toalla y hasta la playa, ya sea en San José, por aquellos de estamos aquí o seguimos hasta Los Escullos o la Isleta del Moro, ustedes eligen.

Aquí les ofrecemos tres playas de los alrededores de San José, las otras las conocen de ayer.

Los Genoveses
Playa Nudista (no oficial)

1180 m. Andando entre gran cantidad de vegetación y por unas pequeñas dunas de arena y rocas, llegamos a Los Genoveses, una excelente playa desde cualquier punto de vista. Al igual que el resto de playas del parque natural posee una singular belleza, pero destaca frente éstas por su mayor tamaño. Aquí el nudismo se practica por zonas. El extremo que se conoce como Morrón de los Genoveses alberga unos cortados que recomendamos visitar.

El Mónsul
Vela Blanca
Playa Rústica

300 m. El Mónsul es una de las playas más conocidas y amplias del parque natural de Cabo de Gata, y por lo tanto de las mas visitadas. Tiene un parking desde el cual se accede rápidamente a la playa. En el centro de esta playa de aguas transparentes hay una enorme roca que es excelente para refugiarse cuando el sol pega fuerte.

Cala Arena
Vela Blanca
Playa Rústica

70 m. Entre maravillosas vistas de acantilados nos encontramos con esta paradisíaca cala de arena gris, donde podrás disfrutar de una gran tranquilidad al ser una zona de difícil acceso. Si te va la aventura puedes acampar para ver el formidable amanecer, y si el viento te lo permite podrás subir hasta la zona más alta de punta Baja. ACCESOS: Podrás llegar caminando en 5 minutos o en 4×4.

genoveses

mosul

cala arena

Después de recorrer las diferentes playas próximas a San José, de tomar el sol y bañarse en el Mediterráneo, hay personas a las que les gusta el bullicio, la proximidad de la gente, incluso en verano las aglomeraciones, pues a todas ellas les conviene darse una vuelta por San José. Allí tienen de todo eso. Bares, pizzerias, restaurantes, hoteles, hostales, pensiones, casas rurales, discotecas, vamos como cualquier lugar de veraneo en nuestra costa que se precie a estas alturas.
Los otros, los que han llegado al Cabo de Gata a descubrir su singularidad, a esos la recomendación es un recorrido en coche hasta los invernaderos cercanos a Nijar para conocer la otra parte de este Parque Natural.
Antes un alto en el camino para comer en La Gallineta, restaurante situado en el Pozo de los Frailes, a un tiro de piedra de San José. Se trata de un local sorprendente para el lugar, donde se estila la cocina de autor, con productos de aquí y otros de mercado de Almería y algunos de más allá de las fronteras provinciales. Todo un descubrimiento. Sorprende el lugar, especialmente el interior donde se ha conservado un excelente terrazo. La decoración aprovechando la fisonomía del lugar con ligeros toques de modernidad. La bodega buena, sin llegar a excelente, pero nutrida en denominaciones y en añadas.
La comida, ya lo hemos dicho, de autor. Todo excelente, así que dispónganse a disfrutar de lo que escojan. El precio, el adecuado, sobre los 36 € por barba. Ah, no se olviden, antes de pagar prueben un postre… el que más les guste. Si están en el Parque Natural la visita a La Gallineta es obligada. Conviene reservar, ahí les va lel teléfono : 950 380 501

Pero ya que estamos en el Pozo de los Frailes conozcamos algo más de esta pedanía, aunque de belleza la justa, es más bien lugar de paso después de comer. O lugar de residencia, porque aquí la oferta de alojamiento rural tiene su importancia.

El Pozo de Los Frailes es un pequeño núcleo urbano cercano a la costa e incluído en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Conserva aún costumbres y usos de “antes”. Tiene un pequeño casco antiguo con todo su “sabor” y una noria del XIV muy bien restaurada, que nos dará una idea de la importancia y el tratamiento del agua y donde, hasta el año pasado que la Sra. Angeles dejó de frecuentarla, sempre han lavado las mujeres del Pozo.

El Pozo de los Frailes ha conseguido un importante desarrollo turístico sin perder su encanto. Sus habitantes son gente amable que harán todo lo posible para que su estancia sea agradable. Gente sencilla y acogedora, que no dudarán en contarle sus cosas, cosas del pueblo, de sus costumbres, de cómo era un pasado muy cercano. Y aunque las mujeres hayan dejado de hacer gurullos, siguen teniendo la receta y los hombres aún salen a cazar la perdiz cuando es tiempo, gracias a ellos, entre otros, hay tantas perdices. Junto a la noria se reúnen los paisanos cada tarde a hablar de sus cosas, como se ha hecho toda la vida, y no dudarán en contarle lo que quiera saber, siempre que sea la suya una curiosidad respetuosa.

Desde el Pozo de Los Frailes nos vamos hasta el Cabo de Gata, unos cuantos kilómetros por las carreteras del Parque Natural y llegamos a San Miguel del Cabo de Gata. Si seguimos las indicaciones y siguiendo una larga playa al abrigo de los vientos nos topamos con Almadraba de Montelva, pequeño poblado pesquero y salinero en torno a la playa de su nombre, aunque ya son pocos los que hoy mantienen en marcha todo el proceso salinero.
Está dotado de construcciones sencillas integradas en el paisaje (exceptuando las de reciente construcción).
Tiene el interés de las Salinas, dominadas edificio de la Iglesia, que le da a este paraje cierto aspecto singular.

Después sigan la carretera, no tiene pérdida, se acaba en el Faro y desde allí todo es salvaje. Lo primero con que nos topamos en el Cabo de Gata es la sensación de libertad que da ese espacio abierto. Después observas lo que de turístico tiene y vuelves a comprobar la singularidad del paisaje en continuo contraste entre el agua y esos montes ocres y con una vegetación desértica.

Aprovecharemos la estancia en el Cabo para darnos un baño vespertino, antes de buscar una buena cena en la Isleta del Moro, esta vez escogemos La Ola, un bar-restaurante que como muchos de la zona sirve pescado del día.

Nos queda algún recorrido que hacer por esta zona, pero eso lo dejaremos para una nueva visita. El desierto de Tabernas, quizás el mar de plástico de El Ejido, o Adra, ya en la costa hacia Málaga. Pero eso, ya es otra historia.