La preparación de una etapa del Camino se hace desde la consulta a las diversas guías que hay en el mercado, especialmente en internet. La aplicación Buen Camino te permite un rastreo exacto de por donde pasa y debes pasar (imprescindible en Caminos con menos tránsito de peregrinos) Luego están las web específicas sobre el Camino que has escogido…en el Olvidado las hay y muy bien editadas en papel también. Con todo eso tratas de establecer un recorrido adecuado a tus posibilidades. Hasta aquí todo perfecto. Luego viene el día a día y te sitúa en la realidad. Sirva este exordio para entender la etapa de hoy entre La Magdalena y Riello de 17,5 kms, se ha convertido en 19,5 kms…cosas del querer. Pero lo importante no estaba en la distancia, sino en dos grandes hitos. Primero la dificultad. Desde temprana mañana, después del desayuno y 2 kms de carretera auxiliar empezaba una subida con mayúsculas. Hasta los 1290 metros y 2,5 kms con pendientes de más del 12%…empezamos a equilibrar la digestión del desayuno, el esfuerzo normal de subir y con eso puedes calcular tu velocidad (mínima). Una larga travesía (piensas que ya está, aunque el perfil estudiado dice lo contrario) De nuevo otra subida, esta más exigente. Aquí las pendientes llegaban hasta el 20% (cortas, pero intensas) A esa hora (habíamos cubierto 9 kms del total) el sudor corría por tu frente (haciendo charcos en las gafas) Uno piensa en las 1906 (cerveza del Camino) que habías sudado, de las anteriores y quizás de las presentes. El altímetro marca en su punto más alto 1298 metros. Todo esto bajo un cielo plomizo, una niebla cerrada (sin frío) con un paisaje acorde al monte que estabas atravesando. Terminas el bosque de robles y otras especies (las comunes en este Camino) y aparece una localidad en medio de un páramo y frío en invierno…porque debe hacer mucho frío. Villayuste por más señas. 33 vecinos (60 perros, dice Jean Luc) y una ermita enfrente de la iglesia oficial (aquí las romerías apenas recorren cien metros) donde se invita al peregrino a un descanso. Luego una bajada de dificultad añadida y otra subidita de órdago a la chica (aquí ya hemos sudado las 1906 del futuro) pero a estas alturas de la etapa se convierte en exigente. Páramo y más páramo hasta llegar a Riello previo paso por Lago de Omaña (el lago tiene guasa) y Oterico, con subida incluida. En resumen como diría el poeta “se hace Camino al subir…” (no es así pero se le parece) Pernoctar en La Omañuela (mañana empezamos aquí) en la Casa rural Aguas frías (dos noches) El paisaje invita a cierta quietud y cena comunitaria de tortilla y productos de la tierra. El guarda forestal nos dice que la presencia de osos por este monte es normal. Solo faltaba eso para cerrar nuestra fauna particular. A orillas Del Río Omaña que en esta población forma una piscina natural…son los baños, que en verano reúne a los de aquí y los que vienen.