Mañana de frío (alguien aquí ha dicho que esto no es frío, a lo mejor tiene razón) Quedaban flecos de ayer y había que hacerlos antes de las 12 y cuarto hora en que comenzaba el cambio de guardia en el Palacio Real, aquí los miércoles y los sábados…
A primera hora a buscar esa estación del metro que prácticamente parece una sala de exposiciones. Kungstradgarden (apenas a quinientos metros) desde aquí. Espectacular en todos los sentidos. Vintage, moderna y con un sentido creativo muy siglo XXI. Vale la pena su visita. Estocolmo, recuerda en esto a Sant Petersburgo.
De entrada una decepción vamos a la iglesia de Riddarholmen del siglo XIII y donde se encuentra la espectacular capilla Bernadotte (la dinastía actual, implantada en Suecia por Napoleón) Cerrada hasta el 1 de mayo reza el cartel. De allí a poco más de un kilómetro hasta la Catedral de San Nicolás justo al lado del Palacio Real. Allí se conserva la escultura original del San Jorge que vimos ayer en una de las plazas de esta zona “vieja” de Estocolmo. Realmente interesante esta catedral. Pequeña, pero solemne. Allí se casaron los actuales reyes suecos y la princesa victoria, heredera ldel trono.
Un alto en el camino para un tente en pie a base de churros “a la española” dicen los carteles. Proliferan, tanto en Copenhague como en Estocolmo este tipo de establecimientos (unos regentados por españoles y otros por italianos) donde te sirven “churros” sin traducir…buena costumbre.
Luego, a la hora en punto comienza la ceremonia del cambio de guardia, mucho más espectacular que la danesa, pero sin llegar a la de británica. Todo un acto donde se rinde homenaje a vivos y muertos en las diferentes contiendas de esta nación…Sin ir muy lejos hemos notado en estos cuatro días la anima versión hacia sus vecinos del sur. Incluso se hacen chistes sobre determinadas piezas de Ikea, lascivas contra lo que signifique Dinamarca. Curioso, pero cierto.
Cumplido con el compromiso, vía autobús y algo de a pie, hasta el Museo Vasa donde se encuentra (de cuerpo presente) la nave que mandó construir Gustavo Adolfo Vasa, gigantesca para su época, de un armazón para el que se utilizaron mil robles y que debería decantar la lucha en los mares a favor de Suecia, pero que duró a flote exactamente 1 km. Bochorno nacional y real. Esta nave fue rescatada 300 años más tarde en los cincuenta del siglo XX casi en perfecto estado como muestran las imágenes, a unos 30 metros de profundidad y que hoy luce a modo de recuerdo histórico en ese m museo creado para ella.
Al lado el Museo ABBA, si habéis leído bien. Dedicado a esa banda musical que hoy es un icono de este país. Simpático y no deberías perdértelo si pasa por aquí. Recreación del mundo ABBA muy bien tratado.
Antes una comida local en el local de al lado a base de sopa de tomate y las tradicionales albóndigas (el plato nacional) excelente para ser menú de casi un self servi…Regreso a casa, no sin antes un paseo por algunas tiendas (y mañana más, porque allá donde vamos el viernes están a -18 y hay que equiparse mejor) La cena aquí al lado…un italiano llamado “italiano” de excelente factura. Un pinot noir del trentino y hasta el ordenador…mañana el tradicional paseo en barco por las muchas islas que hay en esta capital del reino. Prometo contároslo.
