HONNINGSVAG-TROMSO

La jornada empieza temprano. A la seis de la mañana estamos convocados los que hemos contratado la excursión a cabo norte o “NORDKAPP”. Quizás una tomadura de pelo como dicen algunas guías por cuanto todo lo que vemos en la excursión está dedicado al más puro turismo. Pero imprescindible si se está por estos pagos.

Autobús por una escarpada carretera donde abundan los renos. Paisajes impresionantes donde se combina la pizarra de la montaña, el verde, el rojo de las casas y el agua de los fiordos o de los laguitos alrededor de un grupo de casas que forman una aldea.

Los renos forman parte del paisaje y circulan a sus anchas por sus zonas  tradicionales que incluyen el asfalto. A esperar tocan.

De esta guisa llegamos al centro comercial y atención a visitantes de Cabo Norte. El día se ha despertado bajo una niebla persistente y no nos deja ver más que la silueta de la bola del mundo que indica para el turista el lugar más septentrional de Europa, aunque este en realidad se encuentre 9 kms. más allá. Monumento a la madre bajo la bruma y a continuar.

Parada obligatoria en una tienda de souvenirs de la raza sapmi, vamos los lapones que según los datos del guía son unos veinte mil en Noruega. Tienen parlamento propio. Reconstrucción de una tienda tradicional, fotos con el reno de turno y quien quiera a comprar algo….

Entre túneles que unen islas al continente o salvan pasos infranqueables en otros tiempos. La pasta que que se han gastado estos noruegos en infraestructuras y en mejorar las comunicaciones. Son ricos y solo cuatro millones cien mil, así cualquiera. Por esa vía, la E 6 de la que se siente especialmente orgullosos llegamos a Hammerfest ciudad industrial donde está una planta de extracción de gas natural. La justificación de la riqueza, me entienden.

En esta ciudad es imprescindible visitar el cementerio de la  Segunda Guerra Mundial. Impresiona por la cantidad de tumbas. No hay fotos en este relato porque no llegamos a tiempo, veníamos de cabo norte y justo llegar salía el Hurtigruten. Si ustedes van no se lo pierdan.

La vistosidad del paisaje hoy gana mucho respecto a la jornada anterior. Les aseguro que vale la pena estar atentos a la navegación.

Entre montañas con nieves perpetuas y pequeños glaciares llegamos a TROMSO. Su catedral vale la pena. Su centro también. Es dicen la ciudad donde hay más pubs por habitante de Noruega. Un sábado en la noche se justifica por la cantidad de “pasados” que había por las calles. La luz a medianoche en verano y algunas nubes construyeron estas magníficas vistas.

Mañana las Lofoten. No hay que madrugar.