Dejamos atrás San Martín de Frómista con todo lo que significa en el románico palentino (uno de los mejores conservados del arte arquitectónico que nos dejaron los siglos X al XIII) La frase del día la dijo el dueño del hotel donde nos alojábamos: “Hoy el que se pierda es porque quiere”. Esta Tierra de Campos tiene un denominador común, las rectas interminables entre pueblo y pueblo que impide cualquier duda sobre el camino. En Población de Campos, a unos tres kms del inicio uno debe decidir si va por sombra o bajo los rayos del sol. Hay un itinerario alternativo que bordea una alameda hasta Villalcazar de Sirga (luego hablaremos de este lugar) y otro por Revenga de Campos que no es más que un andador (bidegorri en nuestro leguaje particular) que a lo largo de 18,880 kms te lleva hasta Carrión de los Condes. Nosotros a calentarnos con el sol, que esta ,mañana de siete grados apetecía más que la sombra. En Revenga hay el monumento al peregrino que se instaló con motivo del Jacobeo del 2004 (hace 20 años) desde el 2010, el año que hice este Camino y conocí al “franchutis” han cambiado los nombres de las calles de esta población. En aquella ocasión estaban dedicados a figuras de la dictadura y hoy ya las han sustituido. La única que permanece en cada uno de estos pueblos es la dedicada a Santiago Ramón y Cajal (desconozco el motivo. En su biografía no aparece relación principal con estas tierras) Después de pasar Villamentero, llegamos a Villalcázar de Sirga donde se encuentra la iglesia de Santa María la Blanca. Allí se mezclan el románico tardío, los inicios del gótico, allá por el final del siglo XIII y principios del XIV. En ella se encuentra el mausoleo del Infante don Felipe y su esposa Leonor, hermano del rey Alfonso X el Sabio. De forma subjetiva es para mí el monumento religioso (fuera de San Martín de Frómista) más importante de este tramo entre Burgos y León. Alguien pensará pues las catedrales de esos dos lugares…(obvio) Pero en lo que se refiere al rural su majestuosidad, sus dimensiones externa e interna bien valen una visita. La talla de la virgen, románico tardío vale mucho la pena.
Nos queda Carrión de los Condes, donde el Pantocrátor de la antigua iglesia de Santiago, hoy dedicada a museo, es uno de los iconos de este románico palentino, junto al de Moarves de Ojeda en esa piedra roja característica de la aquella zona. La iglesia parroquial de Santa María, la portada es excepcional. El Monasterio de San Zoilo y el convento de Santa Clara, siglo XIII, completan la visita monumental a Carrión, centro neurálgico de la Tierra de Campos. Comida en el Hostal La Corte, donde hoy han servido más de doscientas comidas y cenas…hay cola para entrar en uno de sus turnos. Menú del peregrino a excepción de un rodaballo con nocturnidad que dicen “estaba excepcional” (a lo mejor era salvaje, incluso) Mañana una recta de 17 kms. La anécdota del día nos la ha dado una taiwanesa (dicen los peregrinos) que nos ha pasado por la carretera montada en el artilugio de una rueda cuya imagen tienen en el resumen fotográfico de ayer. Mañana en Calzadilla.