20 DE NIVIEMBRE DE 2019

FOTOS DE PORTADA

Mañana de sol para visitar uno de los hitos marcados en todas las guías de Sicilia como “imprescindible”. El Valle de los Templos de Agrigento. Y lo es. Nadie que pase por Sicilia buscando conexión con nuestra historia debe dejar de verlos. Si además coincide que es un miércoles de noviembre, bien temprano (abren a las 8,30 horas y el sol ya estaba alto) puedes tener la suerte de ver cada monumento sin nadie que te impida hacer una buena foto o entender a través de las explicaciones del propio parque lo que tienes delante y su importancia en la historia de las civilizaciones que por allí dejaron su huella.

Todo comienza en los años 460 antes de Cristo, o al menos es la fecha en que los. Arqueólogos han datado por ejemplo el templo de Zeus (un totum revolutum de piezas que ensambladas sería el de mayor volumen y el de mayor importancia de este valle. Aunque la vista se fija rápidamente en el templo de la Concordia que es de portada de libro por su buena conservación…se debe fundamentalmente en que en el siglo VI fue transformado en una iglesia católica dedicada a San Pedro y San Pablo. Pero los restos de templos como el de Hercules, de los Dioscuris, Júpiter, Apolo son muestras de que por allí pasaron griegos, romanos, bizantinos y paleocristianos…de todos hay huellas que van desde ese siglo V antes de Cristo al IV de nuestra era.  No hemos podido ver algunos porque están cerrados o en estudio. Tampoco los ocho ipogeos que hay en esta ciudad o las catacumbas paleocristianas. Con todo son tres horas para entender algunas de las deidades de todas esas civilizaciones.

En este Valle de los Templos se ha instalado un jardín en homenaje a las personas asesinadas por la mafia y que se distinguieron por su lucha contra esta organización. El nombre de cada uno de ellos, como Falcone, Borsallino o Aldo Moro están junto al olivo que los recuerda. Ya lo saben amigos…Grecia, Roma, Bizancio y los primeros cristianos están presentes en este parque arqueológico de obligado cumplimento. Así que mapa y al tajo.

De ahí a Palermo, pero antes había que pasar por Realmonte…en sus playas está una singularidad del lugar la Scala dei Turchi…una formación calcárea de piedra blanca que contrasta con toda la formación del paisaje del resto de playas…Curiosamente se ha convertido en una de las citas obligadas en el sector turístico de esta Isla…(qué queréis que os cuente, si pasáis por aquí vale la pena pararse, quizás hasta bajar y tocar esa piedra blanca. No deja de ser una foto más)

Por lo demás camino hacia Palermo y una vez más el paisaje de esta isla no deja de sorprenderte. Olivos, viñas, naranjas e inmensos campos de tierra ocre, que en primavera se convierten en verde cereal. Porque sabes que estás en Sicilia, pero hoy hemos visto pequeños montículos con su casa en la cima, rodeada de grandes campos y algunos cipreses que marcaban el camino hasta la casa…eso es Toscana.

Una vez en Palermo a caminar por una larga recta que te lleva hasta la Plaza de la Independencia…y desde allí por la Porta Nova a recorrer algo más de un kilómetro y medio hasta los Cuatro Cantones, donde se concentra la zona monumental de esta ciudad. La tarde no daba para más. Pero todo el recorrido es de una grandiosidad extrema, pero también de una  decadencia absoluta…que no quita la belleza de su conjunto. Lo más sorprendente de esta tarde…la catedral (es tan grande que no cabe en una sola foto) Todos los estilos arquitectónicos desde el siglo X hasta nuestros días, incluso algunos vestigios árabes. Pero hay añadidos que con toda seguridad completaremos mañana…hoy como aperitivo la Porta Nova que da acceso a esa parte de aglomeración de monumentos…una vista de reojo al Palacio Imperial (visita obligada, especialmente la capilla palatina) y los cuatro cantones (de noche impresionan, pues de día  seran…) A cada paso un Palazzo (ya no se cuantas ciudades de esta isla o de esta Italia, empiezan con esa frase de los Palazzos) Aunque alguna mirada a las calles perpendiculares a esta de Vittorio Enmanuelle (cómo no) crean esa sensación de decadencia. Ambiente de tarde-noche entre bares y tiendas (muchas librerías) alguna de uniformes militares y otra de ropas para curas (justo frente a la catedral)

El primer contacto con Palermo muy, pero que muy esperanzador en cuanto a su aportación a nuestro viaje, pero creo que irá mas allá porque lo visto te deja con ganas de que llegue mañana…