ENCUENTRO CON LA HISTORIA

Ha sido, eso, un encuentro con la historia…la de cómo nace este país. En Guimaraes reza un eslogan “aquí nacer Portugal”…dice la leyenda (historia tal vez) que el primer rey de Portugal Alfonso Henriques fue bautizado en la iglesia de San Miguel (hemos leído una placa que lo sustenta) allá por el 1111 fue bautizado quien fue rey después. Eran tiempos convulsos y de lucha permanente con el rey de Castilla y León, tanto Fernando I como su hijo Alfonso VI (el Cid por medio, y no Charlton Heston, no confundir) Sea como sea por aquí tenemos el Castillo, hablan del siglo X…el Palacio de los  Duques de Bragança (sobre el XV) y que también serían (poco tiempo) reyes de Portugal.

Desenganchados de la historia lo cierto es que Guimaraes, Patrimonio de la Humanidad, es sin duda la primera ciudad que realmente nos traslada a un Portugal del medievo…Chaves o Vila Real, incluso Bragança tienen muestras más tardías (excepto el puente romano de Trajano). Aquí hay casa, casona, conventos de Santa Clara sin pasteles (hoy es el Ayuntamiento) y mira que hay pastelarias (si pastelarias, acento grave) por doquier. Claro son los inventores del pastelito de Belem…Pero esa es otra historia. Si que es una ciudad donde se han conservado o se han restaurado muchos de los  edificios entre el siglo XV y el XVIII que le confiere un carácter muy atractivo para visitar.

Ya hemos hablado del conjunto castillo-palacio-iglesia románica…pero hay muchas más muestras especialmente de siglos posteriores. El convento de San Francisco (como no, estos monjes se expandieron por allí donde tu pases) hoy convertido en asilo para gente de tercera edad (no he entrado por si se me quedan) la iglesia tiene un frontispicio de cerámica que es una pasada. El convento de Santa Clara, muy diferente a los que conocemos en Castilla, quizás porque es posterior…aquí la construcción fue el el XV y allá de la frontera hay unos cuantos del XIII y el XIV. El estilo se acerca más al portugués, muy recargado y con cerámicas (miran que lo hacen bien los puñeteros) La plaza (aquí les llaman largo) del Toural (toro) o la de Oliveira donde dice la tradición (leyenda urbana) que el rey visigodo Wamba (tenía nombre de calzado) clavó su lanza junto a un olivo (ven porque se llama Oliveira) y si brotaba un árbol reinaría, si no, no. Y brotó (lo dudaban).

Luego un laberinto de callejuelas  y casas de entonces con comodidades de ahora (como Santiago, pero en Guimaraes) confieren un atractivo especial a esta ciudad.  Hoy tocaba comer en un restaurante (taberna local) donde el bacalao es el plato estrella. Si viene a Guimaraes no lo duden se llama Piedad y está detrás del centro comercial de San Francisco…buena comida, buen servicio y un trato agradable. Mañana directos a Braga…cuenta la historia que fue la capital católica de las Hespanhas…veremos…

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