ETAPA 21 POLA DE ALLANDE-LA MESA

LA MONTAÑA DICTÓ SENTENCIA

Ayer decíamos con buen criterio que “la montaña impone su ley”…en el Camino además dicta sentencia. Todas las grandes rutas tienen una etapa reina, ya sea por su dureza, por la exigencia al que la hace, por su belleza, etc. El Camino Primitivo tiene la que transcurre entre Pola de Allande y La Mesa como referencia…por la dureza, por la exigencia y por la belleza que atesora en todo su recorrido. Antes de comenzar a caminar en Pola de Allande hay que hacer un trabajo mental para saber a lo que te enfrentas los próximos 23,67 kms hasta que llegas al Albergue Miguelin en La Mesa. Sin esa terapia previa la dificultad crece. Y lo hemos venido haciendo con casi todo el lujo de detalles, aunque la realidad nos ha superado. Hemos empezado antes que nunca, quizás sobre las 7,40 horas después de desayunar (algunos más que otros) y comenzar subiendo de forma suave desde los 530 metros sobre el nivel del mar hasta los 602 en 2,75 kms…Te queda un ascenso de 546 metros en casi 7 kms y empiezas a cavilar ¿cuándo llegará la subida seria? (Porque la vas a tener) Sigues avanzando pendiente de ese dato. Te preocupa que a cada paso por uno u otro arroyo no empiece lo que tu mente tiene asimilado (sabes, por la información que tienes, que el final es muy duro) Y así vas pasando los kms sumido en la incertidumbre. Cualquier subida parece la definitiva, hasta que llega el falso llano y otra vez a cavilar. Pero llega y lo hace cuando atraviesas la carretera que une el principio y final de etapa. Miras hacia arriba y ves el quitamiedos allí a lo alto (hasta allí tienes que subir y quedan menos de 2 kms) Ahí comienza otra etapa, la que exige a las piernas y sobre todo a la mente…La subida es por objetivos. Primero dices hasta que el corazón y las piernas aguanten (unos 200 metros) te paras y recuperas (30 segundos) el siguiente ya son 100 metros (llegaré hasta aquel descansillo, falso descansillo) Recuperas en 45 segundos, Luego 50 metros y te paras…luego 20 metros y casi un minuto para recuperar. Así hasta llegar a la cima del puerto. Es tal la capacidad mental que incluso te atreves con un atajo en vertical para evitar a lo mejor 100 metros de recorrido. Y llegas, casi como si tú hubieras ganado la Champions…felicitaciones entre el grupo y a fotografiar las vistas. Por cierto las de hoy superan cualquiera de las que hemos visto en este Camino…(aunque no todo lo que baja sube, si que lo que sube tiene su bajada) La bajada de hoy es de tanta injusticia como la subida (nos recordaba la de Campobecerros y la de El Acebo juntas. Los que han hecho el Camino saben de lo que hablo) Por un pedregal (si no tienes ampollas hoy, ya no las vas a tener) llegas a Montefurado, una aldea de lo más bonito (las fotos no le hacen justicia) y allí comienza otro ascenso de los de perder el resuello. Vuelta a bajar hasta Lago y subir en un corto trayecto, pero exigente. En Berbucedo una parada para reponer (es el único bar hasta ahora, 18 kms) Te espera otro esfuerzo de 2 kms en un ascenso agónico 8también te paras cada…metros) Por carretera ves La Mesa y el Albergue Miguelin, donde comemos, cenamos (Michel y yo una sopa) y dormimos…son las 16,05 horas…unas 8 horas y media desde que salimos de Pola de Allande…una barbaridad.

La Mesa es una pequeña aldea dedicada a la ganadería, vacas de cría y leche. Curiosamente también algunas plantaciones de arándanos. Miguelin es un albergue de nueva construcción donde Cristina y Conchita (su madre) atienden a los peregrinos (en invierno pocos) Para comer…pote asturiano (una sopa de arroz y pescado estupenda por si acaso “dejémela para la cena”) y de segundo platillo de cordero (de vicio) o jabalí estofado (más de vicio) y postre, cómo no, mousse de arándanos (vía termomix) impresionante…hemos repetido por la noche…

La etapa reina de este Camino Primitivo ha respondido con creces a las expectativas…hay quien dice en el grupo, que es de los paisajes más bellos que ha visto…valió la pena.