11 de febrero de 2024

HAY FLORES QUE NO LLEGAN A SU DESTINO

Jornada de cambio de programa debido a las inclemencias del tiempo. La primera impresión de este segundo día por Sevilla y alrededores ha sido la lluvia tenaz que nos ha remojado la jornada. Aunque esa circunstancia no ha impedido que algunos vecinos de este barrio de Santa Cruz hicieran la cola correspondiente para conseguir los churros aquí en la Puerta de la Carne. Es domingo y apetece levantarse al olor del chocolate con porras. Nosotros lo mismo, pero en Virgen de los Reyes en Luis Montoto…también cola para el tique y a dar cuenta de una ración generosa. Como llueve nos vamos hacia la Puebla de Cazalla para cumplimentar los deseos de un miembro de este grupo (tengo que confesarles que esta actividad ha sido el motivo especial para organizar este viaje) Sin más dilación que la distancia entre la capital y la Puebla llegamos al cementerio (mandan los deseos más íntimos) Me gustan los camposantos de los pueblos donde los pabellones le quitan parte de la tristeza que lleva aparejada la muerte…silencio y flores podría resumir la visita. Dos rosas rojas rompen con la monotonía de un ramo artificial…se nota la emoción. Luego a pasear por el pueblo con cicerone particular…(aquí donde nací, aquí donde viví, el ayuntamiento, el mercado, vamos la “plaza” como se decía por entonces) Hoy convertida en monumento recordatorio y plazoleta para reunión de vecinos y juegos de niños. Más de un pelotazo habrá provocado la riña de adulto a infante. Dejamos la Puebla para seguir camino a Setenil de las Bodegas (atravesamos los límites de tres provincias. Sevilla, Málaga y Cádiz) Bajo el cartel de uno de los pueblos más bonitos de España, Con largas pendientes. El terreno lo lleva. Un gentío, pese a la lluvia, paseando por la singularidad de un pueblo construido con techos de roca viva. Describirlo es resumir en dos líneas todo lo que se desprende de sus calles, de sus casas arrancadas a la roca. Simplemente único, aunque existan más. Es hora de comer y nos acercamos al Mirador, restaurante desde donde se domina el pueblo o parte del pueblo. Una oferta variada con pretensiones de comida tradicional pero tuneada, acorde con las tendencias en la gastronomía. Correcto, sin más en la comida, pero particular en la oferta de la carta de vinos. Todos de la región, especialmente a lo que Málaga y Cádiz aportan a este sector de la mesa y el mantel. La parte rondeña de la bodega andaluza domina la oferta. Una viognier y un pinot noir de altura, sobre los 950 metros, tienen su qué. Unos “dulces” de Moscatel de Alejandría son dos buenas razones para acabar la comida. Total, una magnífica elección. Sin perder tiempo a recorrer los 19 kms que nos llevan hasta Ronda. En un ya que estamos aquí y pese a los desabríos del tiempo. Una visita al Tajo y a la Real Maestranza con las estatuas de los Ordoñez, padre e hijo son de obligado cumplimiento. Completado el programa de este domingo de carnaval volvemos a Sevilla…Un día algo cansino por la dificultad que la lluvia añade a la “jornada laboral” del turista…nada más. Bueno está lo del Barça-Granada visto en una peña bética…”aquí se pueden ver todos los partidos menos los del Sevilla” una sólida razón de la encargada del local. Del resultado y el partido me remito al silencio cómplice de los culés. Buenas noches.