25,7 kms.
Salida a las 7,30 horas. Llegada a las 14,35 horas.
Pasos Intermedios: Villares de Órbigo. Santibañez de Valdeiglesias. San Justo de la Vega. Astorga. Murias de Rechivaldo.
Hostal El Caminante 30 €. Por ahora el mejor del Camino.
Cocido Maragato 15 € excelente. Buen vino, Cepas Viejas. Lavado de ropa 6€ y cena a base de ventresca de bonito y vino de José Pariente, verdejo de rueda.
Menos mal que mi compañero de viaje, el francés que había perdido en Burgos y que reencontré anoche en el Hotel don Suero de Hospital, por cierto muy caro, se ha dado cuenta de que por otro camino iban dos peregrinos.
Lo digo porque al salir de Hospital hay que obervar bien las marcas. Un camino sigue por la senda paralela de la N-120 y otro, el recomendable transcurre por una vía rural al albor de acequias, campos de maiz y de hortalizas en un cambio de paisaje con respecto al que veníamos teniendo en Tierra de Campos o el Páramo. Tomamos el camino hacia Villares de Órbigo, localidad que pasamos al poco de salir. La siguiente Santibáñez de Valdeiglesias tiene un solo bar al que acudimos para almorzar, ya que anuncian que la siguiente población San Justo de la Vega está a más de siete kms. Pequeño bocata de tortilla y a la calzada Real.
Por montes, algunas explotaciones ganaderas, vacas de leche, pasamos por una curiosa composición entre una cruz, unas sillas y un espantapájaros. Seguimos por una serie de toboganes hasta la Cruz de Santo Toribio, allí se juntan las dos alternativas de camino.
Un cruz de foto obligada, más unas mesas para el descanso, ciclistas y especialmente una vista privilegiada de Astorga con su catedral sobresaliendo por encima de tejados y otros monumentos.
San Justo de la Vega, ya en los aledaños. Hay que salvar el rio Tuerto y más tarde el Jerga, que lo haremos por dos veces, la segunda saliendo de Astorga.
Aquí ya vamos tres caminantes de lo antiguos, un excelente reeencuentro con William de Bélgica, ya sabemos que André, francés que lleva 52 días de camino está jubilado y era Notario en Saint Girond al norte de Andorra. William es director de una escuela de formación de ejecutivos.
Seguimos, después de pasar el río Jerga por un puente que situan en época romana aunque no está catalogado y ver como un paisano pela árboles para luego hacer sillas, llegamos a una pasarela metálica que permite pasar las vías del tren y casi entrar en Astorga.
Esta ciudad nos recibe con un pronunciado repecho hasta las iglesias de Vera cruz y el monasterio de nuestra señora del Perpetuo Socorro de los Redentoristas. A a su lado unas ruinas romanas y posteriormente la Plaza Mayor con el Ayuntamiento construido en 1675 y remodelado posteriormente. En su fachada tiene dos figuras maragatas, Juan Zancuda y Colasa que dan las campanadas de las horas.
Seguimos por calle peatonal que desemboca en el Palacio Episcopal obra de Antoni Gaudí una de las grandes obras de este arquitecto catalán que contiene el museo de los caminos, hoy lunes cerrado. A su lado la impresionante catedral que se inició en nel siglo XV y fue rematada en la segunda mitad del XVI. La fachada principal es de estilo plateresco.
Dejamos Astorga y nos encaminamos por un camino paralelo a la LE-142 hacia la ermita de Valdeviejas, allí tomamos un camino rural que nos lleva hasta Murias y después de una subida continuada en unos cinco kilómetros avistamos Santa Catalina de Somoza donde nos espera un excelente cocido maragato.