A las 12,45 en punto el barco MS Nordnorge de la compañía Noruega Hurtigruten parte de KIRKENES en dirección sur hacia Bergen donde si no hay algún contratiempo llegará después de una travesía de siete días, con seis noches a bordo.
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El primer contacto es con la comida, ya que el almuezo a bordo empieza a las 12,30 y se acaba a las 14,30. Régimen que hay que cumplir de forma estricta para que la organización funcione. Un buffet libre con bastante sentido y equilibrado en todos los aspectos. Ensaladas, ahumados (estamos en Noruega) y carnes y pescados varios.
Postres golosos y menos golosos. Realmente apetitoso.
Con buen sol, calor es dos de agosto, nos dirigimos hacia la primera escala en Vardo. Pequeña localidad de apenas dos mil cien habitantes en una isla unida al continente por un túnel de casi tres kms. Allí encontramos un grupo religioso que con canciones y prospectos intentaban convencer a los pasajeros de este Nordnorge…
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Cuenta la historia de la localidad que entré 1621 y 1692 unas noventa mujeres de esta ciudad fueron quemadas en la hoguera acusadas de brujería. Poco más que la industria dedicada a la pesca como toda esta costa noruega. A destacar un monumento a los soldados que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Noruega recuerda a una población que sufrió el ataque nazi.
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Tres horas de navegación y rumbo a Batsfjord. Poco o nada destacable de esta pequeña localidad. Un puerro con buena actividad industrial. Una iglesia de 1970 y ahí nos quedamos.
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Ya son las ocho y media y toca cena. Como buen barco que combina carga (de ahí que paremos en todos los puertos habidos y por haber), correo, era el único medio de comunicación en este país y pasajeros unos doscientos cincuenta. La cena es un acto social, para quienes sigan distinguiendo en esos menesteres. Mesa y mantel, nada de buffet. Excelente factura. Un plato frío entre ensalada y ceviche con un buen pescado. Una plato de derivados del cerdo muy bien aderezado y un postre a base de limón. Agua para beber. Los vinos o alcoholes ni tocarlos a menos que no quieras llegar a final de mes y pagar entre cuarenta o cincuenta euros un vino que no llega a diez y pagándolo caro.
Pequeña travesía en esta noche donde no oscuros hasta Berlevag. Carga y descarga de mercancías y de nuevo a la mar. Este Hurtigruten no se detiene y alas diez en la cama estés que mañana a las cinco y media tocan diana para iniciar la actividad del día con una excursión al Cabo Norte. Mañana más…
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