La etapa en teoría era un paseo largo rodeados de viñas y quintas hortícolas hasta llegar a AZINHAGA, la patria de José Saramago,
La salida de SANTAREM ya tiene su miga. Una cuesta desde la puerta de santiago hasta las primeras casas de Ribeira de SANTAREM. Piedras, barro y una senda muy estrecha te obliga a estar atento y perder el paisaje del río Tajo.
La primera foto, un contraluz la haces en la base de esa cuesta, Pensando eso sí en las rodillas.
Pasas Ribeira y siguies por una carretera asfaltada rodeado de viñas que en esta época del año y después de las lluvias están en pleno tratamiento contra las plagas.
Sigues por carretera hasta tomar una pista agrícola. Todo muy bien señalizado. La pista dese,boca en la carretera que te lleva a Vale de Figuera. En un momento desaparece la viña y llegan las grandes extensiones hortícolas. Patatas y pimientos empiezan a brotar.
En Vale de Figuera, km 12 de etapa, debes hacer un merecido descanso y aprovisionarte de agua.
Por pista y algún barrizal que otro llegas un punto donde se dividen el camino viejo y el nuevo. Es al final de una arboleda donde debes decir día: derecha o izquierda. La señalización, muy nueva con azulejo con conoce y flecha dicen a la izquierda. Vas a dar un rodeo de 4,5 kms. Añadidos por la voluntad del ayuntamiento de Golegá para que pases por Pombalinho. Un núcleo sin interés, pero que pertenece a la ruta del vino del RIBATEJO. Un engaño que convierte, con un añadido en este pueblo de más de 1 km, la etapa en casi 38 kms hasta Colegá.
Una vez has tomado la decisión correcta y asumida todo te lleva a AZINHAGA la patria de Saramago. La casa donde nació y sede de la fundación y una estatua en la plaza del pueblo son un sentido homenaje a esta figura de la literatura universal.
De ahí por carretera a Golegá. Interesante núcleo, muy avejentado. Patria del más famosos torero portugués, Manuel de los Santos y de Victro Mendes.
Capital del caballo lusitano. Tiene un museo dedicado a este equino.
La iglesia principal acabada en el siglo XVI tiene una portada que se diferencia de lo que ha sido la arquitectura religiosa en este país.
Dormir en Casa de la Tía Guida. Un antiguo caserón hoy residencia de peregrinos. 50€ habitación para dos. Mejor buscar otro alojamiento, aunque es correcto.
Cenar en Bar Central, en la plaza. Un lunes es lo mejor. La sopa extraordinaria. El bacalao, una ración para dos, lo mejor la guarnición.