LA MENTE JUEGA EN EL CAMINO ETAPA 20

LA MENTE JUEGA EN EL CAMINO

Cuando les cuentas a tus amigos que vas hacer el Camino de Santiago andando, muchos no se lo creen, otros te miran con extrañeza (claro la figura no invita a otra cosa) y algunos lo hacen con admiración (son los que te preguntan si te has preparado para ello, sin perder de vista las redondeces) La etapa desde Lubián (Zamora) hasta A Gudiña (Ourense) es la que resume seguramente cómo debe afrontarse el Camino. Casi 27 kms (lo que a esta edad no es poco) Un desnivel al principio de unos 250 metros en unos 4 kms de dura subida (El puerto de A Canda…si, el que sale en la tele que se cierra con las primeras nieves) Luego una bajada hasta los 940 metros de O Pereiro y desde ahí 5 kms hasta O Cañizo subiendo paulatinamente hasta los 1084 metros, pero con repechos que van mermando tus piernas después de 16 kms de toboganes. Este es a grandes rasgos lo que esta etapa te exige físicamente (que es mucho). Pero la verdadera exigencia es mental. Hay que estar muy convencido de lo que estás haciendo (el Camino) para afrontar las dificultades que encierra el recorrido de hoy (y ese esfuerzo mental es la esencia para afrontar cualquier Camino) Me explico…primero salir de Lubián de noche cerrada y con esas gotas molestas de una niebla meona. Empezar la subida A Canda por un terreno embarrado fruto de los pequeños arroyos que te acompañan en esta parte del camino. En algunos puntos han puesto piedras de granito para poder facilitar el andar, de lo contrario no podrías dar un paso. No obstante a las primeras de cambio ya te has mojado los pies (hoy que se lo pregunten al franchutis). Esfuerzo considerable para sortear esas dificultades (y sigue el orballo traicionero mojándote) Menos mal que el paisaje compensa y mucho el cansancio. Con esas llegas a la frontera entre Zamora y Ourense. Ya estás en Galicia. Empieza el descenso hasta algún arroyo superior que hay que sortear (está acondicionado el Camino para ello) pero el antes y el después del agua encauzada es barro y más barro (sigue el esfuerzo gratuito) Pasas Vilabella (ha salido el sol. A secar las ropas en tu cuerpo) y al poco desciendes hasta O Pereiro (parada para repostar). A partir de ahí los 5 kms de subida por una monte donde el pedregal es el denominador común y donde tienes la sensación continua de que donde se pierde tu mirada está el final de la cuesta. Pues no…unos pasos más allá ves que sigue y sigue. Es ahí donde la fuerza mental sustituye a las carencias físicas que sacan en ti una etapa de estas características. Cuando llegas al alto de O Cañizo y ves abajo A Gudiña, crees que has terminado. Pues tampoco, detrás has dejado un paisaje atractivo, el paso de un rebaño de ovejas con no se cuantos perros y te enfrentas a la carretera N525 que te lleva hasta donde pernoctas y ves 3 kms innecesarios. Que te exigen mucho (física y mental) para poder acabar. Esa y no otra es la razón por la que afrontas el Camino. Mañana más…