EL DÍA DEL BUITRE
Noche cerrada esta mañana sobre las ocho cuando nos hemos puesto en marcha en Granja de Moreruela (menos mal que Vicente y André llevan bombillas en la frente) No hacía frío, apenas el termómetro marcaba 0 grados, pero la sensación no era tan extrema como otros días. Por un andadero de esos de concentración parcelaria acometemos un ascenso entre cultivos y una dehesa donde las vacas pastan entre encinas. Apenas unos metros, uno de los terneros (André dice que tendrá unos dos meses y de eso sabe) se aproxima a la valla, quizás por ver quiénes eran esos extraños que paseaban al amanecer. La escena con Vicente es entrañable, primero huye y al poco regresa a la valla buscando su compañía. Vamos, no sea que nos den las doce. Seguimos por ese mismo camino pero ya entre un pequeño bosque de encinas que de verdad cambian el paisaje que habíamos tenido estos días y todo para descender por un tramo corto hasta el Puente de Quintos en el río Esla (fotos de rigor, luego en facebook) y la primera decisión del día. Proseguir por la carretera o acometer la orilla del río pasando el empedrado (cuidado que si ha helado las piedras pueden resbalar y es muy peligroso). Tal como hemos venido nada hace presagiar que puede haber helado (está cubierto) y nos adentramos en el sendero. Pasamos las primeras piedras, las más difíciles y seguimos adelante entre huellas de que los jabalíes han estado por allí. En el río unos cormoranes, una garza blanca y pájaros de todo plumaje. El camino se empina y Vicente va allá adelante (como siempre a la distancia de la primera cerveza). El último repecho parece que resbala algo por el barro helado, pero nada. Al llegar las fotos de rigor…que gran belleza, vale la pena pasar un mal rato (que no ha sido para tanto) por tal de contemplar el paisaje. Y llega la gran sorpresa. Vicente se ha topado con un buitre oteando el horizonte (por si cae algo) desde una peña. Foto, impresionante, y no contento ha podido armar el vídeo del teléfono y después de gritarle (el animal, extrañado por su presencia no reaccionaba) ha emprendido el vuelo. Que maravilla de video. Hoy es el día de buitre (y de Vicente. Sin duda es la imagen de este Camino) A partir de aquí todo es un paseo bonito entre encinas hasta salir al Valde de La Rosa (foto tradicional para mandársela a Rosa) y a caminar hasta Faramontanos de Tábara y después 7 kms más hasta Tábara. En el ínterin las “bodegas” particulares de esta zona. Lugares de celebración con una pequeña viña de consumo propio alrededor. Sin espera a nada, ni a nadie, acometeremos el final de etapa y llegamos a la Iglesia de Santa María de Tábara…siglo XII. Bueno solo la torre. De planta cuadrada y tres cuerpos, construida en pizarra silícea (lo que da la tierra). A dormir en Juan Manuel de Camarzana de Tera, ha bajado en calidad respecto a hace unos tres años, pero sigue siendo bueno calidad-precio (lo peor es que no encienden la calefacción hasta las siete y media) No ha sido posible quedarse en Tábara porque El Roble está al completo y no nos han respetado las habitaciones contratadas… aviso a navegantes.