El crucero hacia el sur tiene hoy dos especiales alicientes. Uno por la mañana cuando se anuncia el paso por el Círculo Polar Artico. Con certificado incluido. Mira que hay gentes interesadas en coleccionar diplomas de nada. El barco navega entre paredes altas, vegetación extensa y tupida y lugares habitados de una belleza sencilla a la vez que extrema para un sur europeo. De este país sorprende hasta donde llegan las infraestructuras básicas para el ciudadano, léase luz y comunicación. Un esfuerzo estatal que vale la pena. En el lugar más recóndito del fiordo hay una carretera y un poste transportando electricidad. Las casas tienen uno o varios coches, el tractor si es una granja, sus barquito correspondiente y una tranquilidad absoluta. Pasamos por Nesna, una más entre las ciudades donde Hurtigruten atraca y está lo justo para efectuar la descarga de mercancías correo.
De allí a Sandnessjoen. Parada y fonda podríamos decir. Destaca sin duda el puente que une las dos partes de la localidad con 1150 metros de longitud. Vive, como centro de comarca de la pesca, la agricultura, granjas y administración para mucho núcleos de población de los alrededores. no te puedes perder la vista de la colina de las Siete Hermanas. Una sucesión de montañas que por su proximidad y su fisonomia parecen de la misma familia.
Con la lentitud que marca la navegación llegamos a Bronnoysund.
Su situación geográfica lo hace un punto estratégico en el sector pesquero de esta provincia. Pero su atractivo turístico está observar el Thorghatten una montaña surgida del mar que por su altura sorprende frente a islas de mucho menor tamaño. Además si se mira perpendicular a la montaña podremos observar un enorme agujero donde hay una abertura que la atraviesa dejando ver luz del otro lado. Aquí hablan de fenómenos para normales en su creación.
Unas tres horas más tarde llegamos a RORVIK en el archipiélago de Vikna. No se lo pierdan tiene más de 6000 islas, casi nada. Mañana final de etapa con la visita a Trodheim…