EMPIEZA LA AVENTURA

EMPIEZA LA AVENTURA

Dejamos Buenos Aires

Nos hemos puesto en marcha después de cuatro días magníficos en Buenos Aires haciendo turismo y disfrutando de la amistad…alguno fue incierto por culpa del vehículo que nos lleva a la Aventura de la Ruta 40 entre La Quiaca en el Norte y Cabo Vírgenes en el Sur.

Resuelto el problema ya estamos en Ceres en la provincia de Santa Fe y a tiro de piedra de Salta nuestra primera etapa real de este viaje. Todavía no hemos pisado la RN 40….

Buenos Aires en cuatro días pues es eso un resumen de imágenes y vivencias con nuestros amigos que nos acogen en su casa.

Después de la “lata” del aeropuerto…colas y más colas…por fin salimos con una lluvia intermitente. Dejar las cosas en casa Para empezar un excelente un malbec para irnos acostumbrando a lo bueno de Argentina Salentein Primus (qué quieren que les cuente…algún placer deberíamos merecer después de más de horas de viaje). Sin solución de continuidad a comer a Puerto Madero, Cabaña Las Lilas (un clásico)  “que dura es la vida del turista”. Paseo “liviano” por este puerto donde llegaron miles de emigrantes de España e Italia, hoy convertido en un centro de gastronomía de todo tipo y que ofrece un skyline de Buenos Aires desde el río  ya se ha convertido en una imagen de la ciudad. De ahí a la calle Florida y la Plaza de San Martín el libertador (turisteo, es lo que toca). Y ya se acabó que hay que pasar el jetlag….El segundo día fue el más  argentino de los cuatro…asado en el Tigre (ciudad del gran Buenos Aires donde abundan as urbanizaciones con poderío). En casa de un amigo y con toda la familia (aquí es costumbre) dimos cuenta de un típico asado (morcilla, chorizo criollo, mollejas, ojo de bife, lomo, asado de tira, y un sin fin de viandas hasta el postre con el clásico helado de Sambayón…que delicia) Se pueden imaginar, porque el riego de tanta carne correspondía a su calidad (Rutini reserva de 2011).

Tras la “frugal colación” fuimos hasta Puerto de Frutos a orillas del Paraná. Todo un descubrimiento. Un centro comercial “artesano” o eso pretendió en un principio, que se ha convertido en un lugar donde el ciudadano local compra de todo y con alto porcentaje de productos autóctonos. La verdad, un espectáculo en si mismo rodeado de barco viejos ya en desuso y colectivos que van uniendo las diferentes islas de este delta.

El domingo como es preceptivo desayuno en el Cafe Tortoni en la popular Avenida de Mayo (como me gusta ese ambiente de artistas, de la literatura y del arte popular…un homenaje a los grandes del tango. Unos churros con chocolate y las medias lunas argentinas…si gustan?. Plaza de Mayo, Casa Rosada, Cabildo y Catedral (que nosotros la llamaríamos “Can Bertoglio” en honor al Papa Francisco I. Fotos de los pañuelos de las Madres de Mayo y otras lindezas que forman parte de la reciente historia de Argentina y que entroncan con la historia de este país que se independizó de España en 1816 (eran otros tiempos, pensarán algunos…y una guerra de por medio). El obelísco de la 9 de julio (símbolo de esa liberación), la Flor que se abre y se cierra junto a la Facultad de Derecho y siempre la Avenida del Libertador como elemento guía en este turisteo…

Ya estamos en lunes y como todavía no hemos podido viajar por razones ajenas a la voluntad de los mortales. Seguimos instalados en la casa de los amigos,  asilados (eso del exilio está muy de moda estos días)  en un hasta que esté el vehículo. Pues aprovechamos las horas y a visitar la Recoleta…el cementerio (quizás el más bonito del mundo con el de Montmartre en París y Poble Nou en Barcelona)…Café en La Biela y recorrido por el Alvear del lujo argentino…Comer en Piegari (la pasta excelente y en ese ambiente entre el lujo y el mundo de los negocios) en la Recoba a pie del Four Seasons…no podía ser de otra manera…

Ya tenemos “camioneta” y emprendemos la marcha…Avda. Maipú y la Panamericana hacia el Norte. La RN 9 hasta Rosario (patria de Messi): Allí primer tropiezo con las carreteras, resulta que tienen cortado el acceso a la RN 34, precisamente la nuestra (tocan dar vueltas para encontrarla) pero la encontramos no sin antes preguntar. Y comienza la odisea del mundo del transporte. Son unos 400 kms infectados de camiones de gran tonelaje que van y vienen del norte, especialmente desde Bolivia y hacia Bolivia, nos han comentado algunos camioneros. Pasamos Rafaela y sin solución de continuidad hasta Ceres. Le hemos descontado a esta primera etapa unos 700 kms de un tirón. Pernoctar en El Portal de Ceres, correcto, aunque la calidad precio no es la mejor. Pero si es la mejor opción. Cena en Al toke, enfrente del hotel. Refugio de camioneros con cena correcta. Las empanadas de vicio. Mañana las tenemos para almorzar. Pero eso os lo cuentos mañana.