Llegamos a la capital del Imperio. Cusco es el compendio de cuanto sucedió en la conquista española de las Ámericas. No hablamos de descubrimiento, de otros menesteres, sino de la convivencia entre culturas. La antigua, la precolombina, la inca y la colonial. He querido hacer hincapié en diferenciar la muchas precolombinas que existieron y la inca (también precolombina). Aquí está todo. Su posición geográfica en el altiplano y entre montañas fue determinante para que Cusco sea una ciudad imprescindible para conocer Perú y su relación directa con España.
Cuatro días son necesarios y a la vez suficientes para conocer todo cuanto tenemos que ver y además impregnarse de cuanto te transmite esta ciudad. Pernoctar en Casa Andina, como no. Comer en Chicha, franquicia de Gastón Acurio, uno de los gurús de la cocina peruana y luego otros de parecido nivel como Cicciolina (extraordinaria sopa de cebolla) o Limo en la Plaza de Armas. También de gran factura el MAP Café en las Nazarenas. Ya dijimos que este era un viaje buscando las culturas entre ellas la gastronómica. El vino es otro cantar.
Lo primero que hay que ver en Cuzco son sus calles y la influencia colonial en esta la capital del imperio español en latinoamerica. La Plaza de Armas por supuesto. La catedral. La Compañía (jesuitas) y luego todas las órdenes religiosas que se instalaron en las principales ciudades de este “nuevo mundo”. Todas tenían sus iglesias, sus conventos y dejaron grandes vestigios arquitectónicos y culturales. Vamos a un repaso por ellos.
Plaza de Armas | La Compañía (jesuitas) | La Compañía |
La Catedral
Las demás órdenes
La Merced | San Francisco | San Pedro |
Suma y sigue
Santa Clara | Santa Clara | Santa Teresa |
Cusco además respira arquitectura colonial en todas sus calles y callejas, edificios, balcones, etc.
Mezclado con este estilo arquitectónico propio de las España del XVI se encuentra en cada rincón de la ciudad construcciones incaicas y preincaicas. De ahí que Cusco sea la capital de los dos grandes imperios. San Cristobal o Coricancha es uno de los grandes ejemplos de ello. El convento cristiano fue construido sobre este impresionante templo inca.
Cusco no se limita a una sucesión de monumentos. Además de la Plaza de Armas y su entorno, donde se concentran la mayoría de estos templos de la historia de la conquista de Latinoamérica. Tiene barrios emblemáticos donde hay una vida cultural en plena evolución. San Blas por ejemplo. Como toda ciudad importante ha desarrollado un suburbio que ofrece una imagen característica a todas ellas y es la construcción en los cerros que la rodean. Las imágenes siempre son más elocuentes que la letra.
La ciudad está dedicada a un turismo viajero y cultural principalmente. Un turismo que busca conocer cómo llegó a ser el antes, el después y la mezcla entre las culturas inca y colonial. Se respira historia, pero también una ciudad que se desarrolla entorno a esa industria. Un aeropuerto en medio de la gran ciudad. Barrios con una fisonomía moderna, donde se concentra la mayor parte de sus ciudadanos, con los problemas de crecimiento que conlleva el desarrollo. No obstante existe un elemento común que homogeoniza la vida cotidiana. El mercado donde se encuentran la modernidad y la tradición. Veánlo…
También está el Cusco de las personas. De gentes que conservan tradiciones y avanzan con los tiempos. Este es un ejemplo.