Un jardín en el mar
Primer día
La primera parte para el viajero es como llegar a La Gomera. Para unos será más difícil que para otros. Pero lo importante es tener claros algunos puntos. Por ejemplo imprescindible haber reservado coche de alquiler con antelación. Confiar al azar es temerario, vamos un riesgo innecesario. Las compañías de alquiler de coches en la isla son varias. Yo les aconsejo acudir a las tradicionales Hertz, Eurocar o Avis, ni son más caras y el servicio de reservas está centralizado, una buena opción.
Todos los aviones nos llevan a Tenerife Norte o Tenerife Sur, según. Pero ese es su punto de partida si quiere viajar a La Gomera. Pues veamos la situación sea uno u otro el punto. Si usted ha elegido un vuelo que le lleva a uno de esos dos puntos por la mañana entre las 12 y las 15 horas tiene varias opciones viajar en avión hasta La Gomera desde Tenerife Norte con la compañía Binter Canarias (www.bintercanarias.es/) puede ser más caro, pero rentable en tiempo. La otra opción es consultar los horarios de las dos compañías marítimas que hacen el trayecto, Fred Olsen (www.fredolsen.es) y la otra Garajonay Expres (www.garajonayexpres.com). Los barcos, catamaranes son cómodos en ambas, más barato el viaje en Garajonay. Esta última empresa tiene una oferta de viaje de ida y vuelta desde La Gomera y coche de alquiler muy interesante.
Si usted ha escogido viajar por mar, sepa que desde el aeropuerto de Tenerife Norte tendrá que coger una guagua o un taxi hasta la Estación de Autobuses de Santa Cruz de Tenerife desde donde salen las guaguas (autocares) que le llevarán hasta el Puerto de Los Cristianos (una hora de viaje aproximadamente), lugar desde donde salen los barcos de esta compañías marítimas para La Gomera.
Ya ha llegado usted a la Gomera, sepa que tiene un amplio abanico de posibilidades para alojarse en la isla (www.gomera-island.com/alojamientos/hoteles.htm), desde hoteles de máximo lujo hasta casas rurales muy atractivas en situación y precio. Para este viajero fue un acierto escoger el Hotel Rural Tamahuche (www.ecoturismocanarias.com/hoteltamahuche) en Vallehermoso. Un pueblo situado en el noroeste de la isla, lejos de los centros turísticos (San Sebastián-Santiago-Valle Gran Rey). Con evidentes atractivos como luego veremos, pero acogedor y tranquilo.
El Hotel Tamahuche recién construido tiene unas habitaciones cómodas con vistas al valle y un desayuno completo todo ello por el precio de 50 € si es una persona y 67 € si son dos. Realmente la relación calidad-precio es muy buena.
Ya estamos instalados y nos disponemos frente a un mapa a recorrer la isla.
Antes quisiera hacerle una recomendación si ha de viajar a La Gomera. La mejor solución para aprovechar el tiempo es llegar al Puerto de Los Cristianos en el sur de Tenerife la noche anterior y dormir en algún hotel de esta localidad. Eso nos permitirá coger el primer barco de Gajaronay o Fred Olsen y llegar a La Gomera con el tiempo suficiente para programar un día en la isla. Viajando durante el día desde origen se pierden aproximadamente ocho horas, las de luz precisamente.
Ya estamos en Vallehermoso, después del desayuno y nos disponemos con nuestro coche de alquiler a recorrer la isla. El primer itinerario empezará en el Roque Cano, una perfecta chimenea volcánica que vigila la población de Vallehermoso y que uno no sabe si protege o amenaza. Pero es cierto que se alza majestuoso, presidiendo el valle y el camino a Agulo. Todo un símbolo para este hermoso pueblo. El desmantelamiento erosivo ha sido el responsable de poner al descubierto este domo fonolítico. En su origen se presenta como una aguja o protusión, que sufre el empuje de la columna eruptiva. La erosión diferencial permite posteriormente la conservación del cuerpo central de lava masiva, más resistente, mientras que elimina los materiales escoriáceos externos, más débiles. Finalmente ha quedado un impresionante monolito, de verticales paredes, que alcanzan 250 metros de desnivel en su fachada Norte.
Seguimos hasta el Mirador de Alojera, situado en la carretera que une Vallehermoso y Valle Gran Rey. Está perfectamente indicado. Desde este mirador contemplamos el pueblo de Alojera y la Playa de las Salinas, una de las recomendadas para el baño, además se puede llegar en coche hasta la misma arena. Pero también veremos una constante en la isla, el contraste entre mar y montaña que van de la mano hasta las mismas aguas del Atlántico.
Visto lo visto, vamos a nuestro tercer punto de referencia del día, Valle Gran Rey, primera localidad verdaderamente turística de este recorrido por La Gomera. Clásica población dedicada por entero al turismo. Comercios, locales de fast food y todos los alicientes turístico comerciales que los mayoristas europeos exigen a un lugar de vacaciones. Unos dos kilómetros antes de llegar en un recodo del camino se puede ver el valle en toda su belleza. Porque eso si, pese a todo, la naturaleza todavía no ha perdido la virginidad en La Gomera. Vamos camino de ello y si no lo impiden la autoridad competente, ayudada por aquellos que desde el ecologismo quieren crear un crecimiento del turismo de una forma equilibrada, pronto hablaremos de atropello ecológico en La Gomera.
Es un esfuerzo de todos, pero observando el visitante que llega en los barcos, puedes dar cuenta de la importancia que el turismo que busca naturaleza viva es el mayoritario. Además cada mañana ves caminantes, la mayoría europeos, que se lanzan a la aventura de descubrir los paraísos naturales que encierra este isla. Los dos tipos de turismo (playa-naturaleza) son imprescindibles para el PIB de La Gomera. El trabajo de políticos y ecologistas es conseguir ese equilibrio.
Una muestra de como desde la industria hostelera y de la restauración se está contribuyendo a la consecución de ese equilibrio entre progreso y medioambiente lo tenemos en un restaurante próximo a Valle Gran Rey, diseñado por el arquitecto Cesar Mánrique, que realmente se integra en el paisaje sin dañar los ojos de los visitantes.
Nos alejamos del Valle Gran Rey hasta la localidad de Arure, cruce de caminos, pero antes de tomar la carretera de Las Hayas paramos en el Mirador del Santo, aquí frente a una pequeña ermita contemplamos de nuevo un paisaje común en la isla: gran montaña y mar de fondo.
Reculamos unos metros en el mismo núcleo de Arure y buscamos la carretera de Las Hayas y Chipude. Sinuosa como todas las demás de la isla, pero descubriendo toda su belleza. Primero Las Hayas, donde las palmeras forman un pasillo para el visitante. Después El Cercado, lugar de artesanía. Allí hay que hacer un nuevo alto, primero para visitar las alfarerías donde se cuecen las piezas típicas de La Gomera. Un detalle, aquí no usan el típico torno, todo a mano. Es un barro que aguanta perfectamente el modelado. Un recuerdo y seguimos hasta una loma, desde donde se contempla la Fortaleza de Chipude.
Esta Fortaleza, debe corresponder con la denominación Argodey, referida por los cronistas: «… venido a noticia del rey Amaluige la entrada en su tierra y muerte de su hermano, apellidó la isla y fue en busca de los extranjeros matadores de su hermano, a los cuales acometió y dio batalla, y hizo retraer a una fuerza que dice Argodey, toda cercada de peña muy fuerte, la cual no tiene más de una entrada» (Abreu Galindo). Con una altitud de 1.243 metros, destaca en el sector suroccidental de la isla. Hasta el siglo XIX no se habla de la Fortaleza de Chipude, apareciendo tal topónimo por vez primera en una obra de Juan Bethencourt Alfonso, quien considera dicho lugar como sagrado, tesis que seguir Verneau años más tarde. Otros investigadores posteriores insistirán en esta significación.
La excavación y estudio del yacimiento, fue realizada en el año 1973 por el Departamento de Arqueología de la Universidad de La Laguna. Fueron excavadas siete tipos de estructuras, que responden a las siguientes categorías: cabaña circular, redil, conjunto de cabaña-redil, cabaña abrigo y hogar. La datación por Carbono 14 en una muestra de carbón vegetal dio una cronología de 470 ± 60 después de Cristo. Sin embargo, la inexistencia de estratigrafía no permite establecer que no se utilizara con anterioridad. Si parece clara su reutilización posterior. Según estos estudios, se estimó que debió de tratarse de una zona de hábitat temporal de una comunidad pastoril, que acudiría a dicha zona en busca de pastos.
También pudo servir a los indígenas como refugio en caso de peligro; no descartándose su uso como lugar de reunión por motivos políticos, militares o religiosos. En todo caso, dicho equipo investigador no estima que la antigua Argodey estuviese poblada permanentemente, dadas las duras condiciones climatológicas que allí suelen reinar (viento, frío, niebla) y la carencia de agua. Esta Fortaleza reúne, además de sus valores arqueológicos, geomorfológicos y paisajísticos, la circunstancia de ser un lugar donde crecen varios endemismos de la flora gomera.
Antes de salir de Chipude hay un desvío que nos indica La Dama y La Rajita, tomenlo, es un consejo, al final de esos once kilómetros de carretera sinuosa encontrarán un pequeño paraíso. Un pequeño núcleo urbano, por decir algo, con hermosas plataneras y allá a lo lejos, no más de mil metros, junto al mar, la fisonomía de la antigua fabrica manufacturera de pescado. En un cala de acceso difícil, pero de una espectacular belleza. No me extraña que actualmente se esté construyendo un hotel, seguro que es un remanso de paz para el visitante. Agua, mucha luz y tranquilidad, se apuntan? La temperatura cercana a los 22 grados, eso si el 28 de diciembre.
De vuelta hay una perspectiva de La Fortaleza por el otro lado al que nos muestra la foto, vale la pena pararse. Una vez vista La Fortaleza desde otro ángulo, llegamos a Chipude y desde allí buscamos la carretera que nos llevará hasta el Parque Nacional de Garajonay, por el mirador de Igualero, aquí un alto en el camino para disfrutar de una de las vistas mas bellas de la zona. Eso si, si no hace aire….Si lo hace, como es el caso que nos ocurrió lleven ropa de invierno, en apenas 16 kilómetros pasaremos del verano tropical en La Rajita a el crudo invierno con 5 grados y medio de temperaura.
PARQUE NACIONAL GARAJONAY
El Parque ocupa la zona central de la isla, con una altitud mínima de 650 metros y máxima de 1.487 en el pico Garajonay. Se trata de una meseta con ligeras ondulaciones y suaves pendientes, que se acentúan hacia la cabecera de los barrancos, formando, ya en su límite, una serie de escalonamientos de centenares de metros de desnivel, como las cabeceras del Barranco de Benchijigua, Valle Gran Rey… Elemento destacado lo constituyen los roques o pitones: Chereiepí, Ojiia, La Zarzita, … La alteración producida por la cubierta boscosa ha creado una potente capa de suelo vegetal, bajo el que se encuentra una sucesión de capas de basaltos y pirociastos. En la parte norte aparecen algunos afloramientos del complejo basal.
La distribución de las especies vegetales va a estar determinada por una serie de factores topográficos, de humedad, de orientación, grado de pendiente y, por supuesto, del grado de conservación del bosque. Juega un papel fundamental, junto con el relieve, el clima. Los vientos alisios, de componente Noreste, afectan de forma constante a las islas, aunque predominantemente en el verano. La capa inferior del alisio, fresca y húmeda por su recorrido sobre el mar, asciende al entrar en contacto con la orografía insular. En su ascenso, el aire se condensa dando lugar a nubes que se encuentran con la tapadera de la capa superior del alisio, más cálida y seca. Precisamente esta línea de inversión térmica, es el límite superior de lo que se conoce por mar de nubes, que puede estar entre los 950 y 1.500 metros, por término medio.
Destacado son así mismo, las especies animales, con una gran abundancia de invertebrados: arácnidos, lombrices,moluscos, artróprodos, insectos, … y presentan numerosos endemismos gomeros. En cuanto a los vertebrados, las áves están representadas con especies tan singulares como el gavilán (Accipiter nisus granti), la gallinuela (Scolopax rusticola) o las extraordinarias palomas turqué (Columba bolli) y rabiche (Columba junoiae). Estas palomas, endemismos canarios, que han evolucionado ligadas al bosque de laurisilva, suponen unas auténticas reliquias vivientes.
Desde este hermoso parque una carretera nos conduce hasta Hermigua, ya de camino a Vallehermoso y al descanso. Perp antes visitaremos el Bosque de El Cedro, dentro del perímetro del Parque Nacional, pero que tiene una especial belleza, especialmente por su arroyo y su vegetación, incluso hay momentos en que tienes la sensación de viajar por un túnel formado por árboles.
Ustedes se habrán preguntado y esta gente no come?. Pues si, y cena también. En este recorrido nuestra recomendación se centra en dos lugares para comer. Uno en pleno Parque, en la Laguna Grande, hay un Restaurante que lleva ese nombre y donde se pueden degustar los platos típicos de la zona: Almodrote (a base de queso, ajo, aceite y pimienta roja) una mousse para untar en el pan que tiene mucha, pero que mucha fuerza. Carne de Cabra, el potaje de berros, las garbanzas, etc. Eso si, con papas arrugás y mojo picón o sin picón. Todo un arte curinario de un excelente paladar y para beber los vinos de la tierra. Si es martes y está cerrado la mejor solución es la carretera de Alajeró, allí encontrará a la derecha del camino Las Palmeras (www.restaurantelaspalmeras.net) donde los platos típicos tienen buen sabor.
Las noches las compartimos, con Agana, en Vallehermoso o Irache en Hermigua, excelente cocina popular. Lo mejor la relación calidad-precio. En el primero hay que degustar el Almodrote y un atún con mojo picón de excelente factura.