DÍA DE ANIMALES “SALVAJES” ETAPA 4

La mañana no estaba para florituras innecesarias. Más frío que ayer (decía el termómetro) aunque Vicente no tenía la misma sensación de frío que en Nacimiento (el poder de los dedos bajo el guante). Con esas, por una carretera (si se le puede llamar) nos alejamos de las más transitadas (en esta no ha pasado nadie) Hay que pensar que eran las ocho y sábado con un menos 8 a las siete…(usted mismo) La primera duda del día (no era de señalización) había que dilucidar si un campo de árboles frutales eran higueras o ?. Pues eran nogueras, según el franchutis. Seguimos las flechas amarillas y cómo no…a la rambla buscando Fiñana donde hemos completado los primeros siete kms. En ese recorrido hemos visto el primero de los animales “salvajes” (antes de llegar a la rambla) de una casa (deshabitada diría yo) han salido cinco perros de razas indeterminadas, aunque uno parecía un labrador por forma y pelaje…ni corto ni perezoso el “animal” nos ha seguido unos dos kms hasta que se se ha cansado de nosotros y creo que por la influencia de un compañero que ha dicho “chico de estos no sacamos ni para pipas” y adiós. Pasado Fiñana (aquí hemos hecho trampa) sin llegar a la iglesia y el ayuntamiento. Por un atajo a buscar la rambla que nos debía conducir hasta Venta Ratonera, ya a 12 kms…A poco de empezar esa rambla y junto a unos olivos (que extraño) un burro blanco comiendo de lo que da el campo, segundo animal “salvaje” del día. Era precioso (se adjunta foto). En ese mismo camino y justo al dejar la rambla (apenas unos cientos de metros) un rebaño de ovejas (la primera vez) siguiente animal “salvaje” del día.  En Venta Ratonera descanso y avituallamiento con frutos secos y agua de la cantimplora (no había nada, solo casas cerradas). A poco menos de 1 kms volvemos a la rambla (polvo y piedras) hasta La Huertezuela, pedanía de Huénega, que ya veíamos allí arriba. El común denominador del recorrido de hoy, no ha sido el podado o quema de rastrojos. Era el vareo de olivos recogiendo la oliva. La diferencia está en la altura de las tierras y la temperatura. Sea sábado o domingo (incluso si es fiesta de guardar) la agricultura no entiende de festivos, solo de su calendario particular. Aquí se aparece con toda intensidad Sierra Nevada y en especial el  Morrón de Jérez (no confundir con Jerez). Parada para las fotos. Después de hacer 500 metros de propina por la “estupidez” de quien ha diseñado este Camino. Volvemos a la rambla de turno para afrontar los últimos 5 kms, duros, muy duros. Donde asciendes de forma continuada desde 1000 hasta los 1250 metros de Huénega (aunque en la cuesta de Albaycin que es por donde se llega hay 1300). El Camino no es fácil, porque el lecho del río está plagado de vegetación y piedras que dificultan el andar. Luego llegamos aun trecho donde nos topamos con un arroyo helado que hay que salvar…a lo mejor resbalamos, pero no (será más tarde). Cuándo ya no podíamos seguir por la rambla, tomamos un camino hacia una pequeña estancia (por lo visto, foto adjunta, es una casa con buda incluido) con todo un inmenso charco helado (mucho frío durante esta noche pasada) Cerca de  ahí, Vicente, ha oido y visto el vuelo de una becada (emoción máxima para un cazador de Formentera, luego la he visto yo, pero como si no) Y mientras seguía instalado en la “visión” de este animal (este si, salvaje) y pretendía  fotografiar unos carámbanos de una pared, ha resbalado y se ha quedado a un !ay¡ de caer en el charco consiguiente. Lo demás es anécdota, sino fuera por la bajada del Albaycin a la iglesia de Huénega (por si llegar no hubiera sido difícil). A descansar en Hostal Gonzalez en medio del páramo y con Sierra Nevada aquí al lado. Para el franchutis misa a las seis. Los demás futbol (sin prestar atención después de la siesta) y tras la crónica a cenar que mañana toca seguir sufriendo de frío hasta Algife. Antes Calahorra de la sierra y su castillo.