Día 1 de diciembre de 2015
Marbella es una ciudad que te sorprende si le sabes buscar su casco antiguo. Allá por la plaza de los naranjos, donde está el ayuntamiento y calles aledañas, muy parecidas o a imagen y semejanza del barrio sevillano de Santa Cruz. Pasear y trapear en ellas es una solución para entender mejor esa ciudad. Comimos de tapas en el bar Altamirano en la plaza del mismo nombre. Buen producto a un precio razonable. Casi todo fritos, que aquí son típicas.
Por la tarde a pasear por Puerto Banús donde el lujo se convierte en norma de cumplimiento. Poca gente, tiendas abiertas y yates anclados que convierten a este lugar de obligada visita si estás por la zona.
Cena en el casino de Marbella…más que correcta. Una buena experiencia.
Dormir en hotel PYR de puerto Banús. Correcto a 80 € con desayuno incluido.