ERRAR EN LOS PLATOS
Unos (el que suscribe) y algunos otros presumimos de gourmets (con pedigrí) Los hay profesionales del plato y mantel. Quienes no, también desarrollan el “morro fino” a la hora de pedir. Con este bagaje, conocimiento de causa, conocedores de algunos de los lugares de buen comer aquí en Sevilla, resulta que hemos terminado cenando (si se le puede llamar así) en un bar para chinos y especímenes que se conforman con jamón de segunda y tapas de dudosa calidad y elaboración (turistas de grupo y sangría) Bien es verdad que lo previsto era cenar en la Bodeguita Romero de probada reputación, especialistas en pringá y estaba cerrado por descanso del personal. Puedo prometer y prometo que mañana desfaceremos este error.
La mañana empezaba dubitativa respecto al desayuno (había los que no querían los churros) Total de Virgen de Luján (mañana si remedio, pero en los Remedios) Nos hemos quedado al borde de la Giralda con un desayuno a lo variado, pero con churros de bote para los que somos fieles a los principios de en Sevilla…ya lo saben. Tampoco había manteca colorá que podría ser un sustituto idóneo. Luego a recorrer Santa Cruz, apartando turistas de todas las nacionalidades se lo imaginan (predominan los chinos. Los que están de vacaciones se han decidido por Sevilla 24) Jardines Murillo, doña Elvira, don Juan Tenorio, los Venerables, la Hostería del Laurel, la plaza Santa Cruz y directos a la Casa de Pilatos. Desde allí por calle Alhondiga (no confundir) hasta el Rinconcillo (imposible sin reserva y para tapeo tampoco) hasta las trancas. Justo al lado de Santa Catalina, los Claveles nos han solucionado la papeleta en lo de comer…más que correcto, tanto la paletilla de ibérico 100% y una fritá de pescado más que buena.
Volvemos a los orígenes y en la Catedral una calesa para cuatro y otra también para los otros cuatro a recorrer el parque María Luisa, la Plaza de España y con estas a unos cafeses (han sido tres aguas minerales con gas para salvar el empacho) en el Alfonso XIII…ahí “es ná”. Descanso para unos muchos (regresan al hotel con lo andado) y los pocos volvemos a la Plaza España para disfrutar de este espectáculo arquitectónico de Sevilla. De la cena está todo dicho…mañana les aseguro que Triana nos compensará con creces los errores de este 12 de febrero, que se ha quedado sin cena.