BERGEN-OSLO

Bergen. Merece un comentario para ella sola. En caliente uno puede afirmar que está ante la ciudad más bonita que ha visto. Al menos es una impresión a corto plazo y sin más análisis. La verdad es que toda su iconografía te lleva a afirmar que es un lugar al que volverás.

Ya no solo la fachada al mar con esas antiguas construcciones declaradas patrimonio mundial por la UNESCO. Es el barrio de Bryggen, con todas su casas,  bueno comercios, muy integrados en el paisaje urbano donde están. Es que además para ello algunos han recurrido a un diseño entre lo muy moderno en las líneas utilizando materiales antiguos o reciclados que le dan un tono de distinción. Barrio dedicado al turismo exclusivamente pero muy, pero que muy atractivo.

Si seguimos por esa fachada al mar llegamos al mercado del pescado. Donde lo tradicional se ha convertido en turístico por excelencia, aunque hay quienes dicen que el producto es de los mejor. Lo pudimos comprobar. El cangrejo real era francamente bueno al igual que el salmón y el bacalao. Les recomiendo, pese al tufo turista, que cenen o coman en ese mercado. Además le atenderán en su propio idioma, por raro que sea.

Por orden de interés está la subida el funicular que le llevará hasta la cumbre de una de las montañas que rodean la ciudad. Visita obligada, pero de la que no te arrepientes porque la vista es excepcional. Bajas andando a través de un pequeño bosque y de unas calles muy al uso de finales del XVII.

Luego hay que dar una vuelta por esas calles fueran del Bryggen que también son adoquinadas o empedradas y que conservan todo el sabor de lo antepasado combinado con lo presente y algo de futuro. La respuesta es inmediata “no me importaría vivir aquí”. Sucede lo mismo que Lucca o Pienza en la Toscana. Saint Remy en la Provenza y alguna que otra ciudad donde se encuentra ese combinación entre tranquilidad y modernidad. Bergen para mi es la capital de esa conjunción.

A partir de esas visitas saborear la ciudad merece otra visita con más calma y sin el bullicio de los miles de cruceros tras que tienen como final de etapa está ciudad. Me acordaré la próxima primavera.