Hemos vuelto, como no podía ser de otra manera, a Eygalieres a comprar ese paté de campaña que adorna la carnicería del pueblo. También había mercado semanal y se notaba el bullicio. Pero antes un buen café con leche y croissant de la zona (tengo que confesar que he repetido, de croissant) Luego empieza el recorrido, amenizado por una dependienta del pescado con canciones que fueron actualidad (no me pregunten la década) Algunas caras conocidas del miércoles (entre los vendedores) del mercado de Saint Remy…el señor de los bolsos (saluda con simpatía a Lola que lleva el bolso que le compró) la parada de los quesos (especialmente los cremosos) donde siguen la costumbre de regar su almuerzo con un vino (desconozco si peleón o no, pero me da que no son de beber mal) A pocos pasos una oferta de grabados clásicos, algunas fotos antiguas, cierta simbiosis con el tour de Francia (el señor recuerda cuando pasó por esta misma calle) Allí pecado de compra…Luego a esperar que los demás cumplieran con su faceta consumista y rápidamente hasta el corazón de la Camarga antes de Port Saint Louis de Rhone…Por vías secundarias. Hay que tener en cuenta que el paisaje por esta ruta es diferente a autopistas o carreteras pobladas. En una de esas pillamos de lejos una ganadería brava de vacas camargueñas…allá que vamos…fotos a los dos caballos que acompañaban y al grupo de vacas que no nos perdía de vista. Alguien pregunta si embisten, pues si amigo, embisten y a veces hasta saltan al tendido de la plaza. Teneis que saber que esta raza se utiliza para festivales populares y recorrer las calles de las poblaciones de esta zona. Precisamente hoy ha habido una exhibición de dos toros embolados en Saint Remy. Seguimos con esa sorpresa en el cuerpo hasta nuestro primer destino en Port Saint Louis…En el puerto dos tres mástiles que sobresalían sobre los demás. Después a recorrer una lengua de tierra por la desembocadura del Ródano, hasta la Playa de Napoleón con Marsella a la vista. Allí la segunda sorpresa (que no lo es tanta para los acostumbrados) Una colonia importante de flamencos que mantienen su atractivo especial…fotos y más fotos. A la hora a comer en el puerto. Le comptoir des gourmant…así se llama el lugar (yo diría de los milagros) Porque con una sola persona en cocina, entrada en años (sabía lo que se hacía) hemos comido bien y en tiempo adecuado, un milagro. Correcto y de precio justo. Aquí despedimos a dos compañeros de viaje cuyas obligaciones les impiden seguir…duelo por todo lo alto (los echaremos de menos) Sin dilación, a eso de las tres y media hacia Arlés para llegar con luz y ver les arennes, el coliseo romano que actualmente sirve de plaza de toros (en esta zona es habitual, Nimes o Beziers por ejemplo) Para quien no se lo espera se convierte en una auténtica sorpresa. Visita a los lugares que dicen las guías y como oscurece temprano a buscar refugio en alguna de las terrazas de esta ciudad (parte antigua) donde está el ambiente…cena con repetición, pero sin pan y a esperar que mañana durante la Camarga II vuelvan las emociones.