ESTOCOLMO 3

Hoy hemos sustituido el bus-turistic por un tour a pie por el Gamla Stan con una guía en castellano. La verdad es que tenía mis dudas sobre la eficacia de esta fórmula de “turisteo”. El resultado (una parte importante se debe a la persona que nos ha ilustrado) ha sido magnífico en cuanto a información, contenido histórico, muy por encima de explicar los lugares, sus características arquitectónicas y otras lindeces externas e internas. Muy interesante como lo “antiguo” se  vincula a la sociedad del siglo XXI en Estocolmo. Además, Elena, que así se llama la guía, de Málaga para ser concretos, con un gracejo especial nos ha deleitado sin aburrir, al contrario, sacando alguna risa, más que sonrisas del grupo. Todo empezaba en la plaza de Gustavo Adolfo en su día rey de Suecia. Allí se concentran los edificios de la Ópera, el Parlamento y el Palacio Real todo en la misma isla rodeados del río Norrstrom y el Mar Báltico (dulce y salada, el agua) Allí donde anoche (las cuatro de la tarde) pescaba un tipo con el frío que hacía. Todo lo que acontece a este país, sus cuitas con Dinamarca, las tres coronas, etc, les ruego lo lean en Wikipedia, porque la explicación de Elena ha sido extensa e intensa.  Callejeando por calles empedradas, parando en lugares donde el interés histórico era más que evidente, pero también por algunas donde la vida cotidiana y la del turista coincidían. El Gamla Stan, reúne a las tres islas que conforman el casco antiguo de Estocolmo. Ya fuera de lugares como el Parlamento o el Palacio Real, fuimos a la plaza de la paz, donde se ubica la residencia de los diputados que no residen en la capital y que comparten estancia entre ellos. Muy interesante la explicación de cómo se distribuyen, por norma (yo diría que por ley) Curiosidades de esta capital desde el siglo XIII, de los vikingos, de las diferentes dinastías que han ocupado u ocupan el trono. Desde los Vasa hasta los Bernadotte (actual). Insisto en consultar Wikipedia. La calle más estrecha de Estocolmo, el Museo de los premios Nobel o las casitas de colores que conforman una de las postales de la ciudad. La normalidad en la vida de los altos mandatarios, como el primer ministro u otros miembros del gobierno, con una seguridad bajo mínimos (el fin es que se consideren personas del vulgo que trabaja en eso, la política)

De ahí, por la vía rápida (el tiempo se echaba encima y aquí a eso de las cuatro y media es noche cerrada nos fuimos con el metro hasta la isla de Sodermalm para conseguir el sky line que aparece en postales y en las guías de Estocolmo, la verdad es que las fotos no hacen justicia a lo que ven los ojos.

Con más de 12 kms recorridos por este casco viejo a descansar para preparar el “turisteo” de mañana (el cambio de guardia es miércoles y es obligado) y a cenar en el restaurante Hantverket…señoras y señores de lugar de culto gastronómico…en el último turno a eso de las 20,15 que aquí es tardísimo. Cena de una excelente creatividad en cada plato, con medidas justas para no tener una sensación de “hartazgo” estomacal, pero de una calidad de elaboración y producto que merece una visita…no se lo pierdan.