CAPÍTULO TRES

Primera de las etapas que nos llevarán primero a Santiago y después hasta Muxía. 20 días de caminar por asfalto, por corredorias y pisando mucho barro (como hoy) o más cosas de la naturaleza.

Hoy de Luarca, la villa marinera, hasta Navia ya casi al borde de la frontera con Galicia. 20,5 kms de escasa dificultad. La única seria al comienzo de la etapa que nos llevaba hasta la Ermita de la Atalaya desde donde se divisa toda la ciudad. Una subida a esa hora, las ocho de la mañana es una injusticia. Luego llanear por antiguas corredorias, hoy asfaltadas, paseando por paisajes de un verde intenso como es Asturias, mientras, al otro lado el mar omnipresente. El ritmo de cada uno es el de cada cual. Vicente como siempre unos pasos delante, hasta que lo pierdes de vista. Ya sabes que llegará hasta el punto de encuentro una o dos cervezas antes que tu. El primer “susto” que no sorpresa, porque ya estaba previsto era la lluvia. Te obliga a ponerte el pantalón plastificado y el poncho para resguardarte tu y la mochila…desayuno frugal, café con leche y un croissant (que luego lo pagas en la subida a la ermita) y “chino, chano” conversación intrascendente, intervención en radioilla por ser martes alrededor del viejo hospital y cementerio de peregrinos…dice Vicente que lo abandonaron después de la peste de la primera guerra mundial.

Con muchas ganas, con algunos caracoles de compañeros de viaje; peregrinos que te dejan atrás (a mi) Uno sobre todo, más de metro noventa, en camiseta técnica, pantalón corto y a una velocidad del rayo, con zancadas que van desde Gijón a Avilés…con la que estaba cayendo y sin inmutarse…no tuve ni opción de desearle “buen camino”. Después de otros ya “normalizados” aparece una señorita, también con atuendo fresquito…con mochila y tienda de campaña a la vez…esta más lenta (incluso que yo). Algunos lugares singulares, dedicados al camino. “Hay gente pa too” diría el maestro si viera como decoran algunos el exterior de sus casas…pero no somos quienes para juzgar.

Van cayendo los kilómetros y hoy ha sido un día especialmente “negro” para el que suscribe…siempre le he ganado la partida al Camino, incluso cuando otros caían en el fisio, yo seguía adelante a un ritmo pausado pero constante. Hoy al final de la etapa sobre el km 15 he empezado a notar un cansancio desmesurado y dificultades en los músculos. Bien es verdad que ha habido una deshidratación importante por la falta de traspiración del poncho y el pantalón de agua. Y que no nos hemos hidratad adecuadamente, Pero eso no justifica (o sí) esa sensación de cansancio prematura. Resultado…hoy el Camino me ha derrotado a mí. Siesta larga y a la farmacia a comprar sales minerales. Siempre decimos que en el Camino lo más visitado después de hoteles, restaurantes son las farmacias…A estas horas, las siete y media de la tarde, ya se ha incorporado al grupo Isabel. Toca cenar…propuesta de Vicente, pero me temo que será frugal…que mañana nos tocan otros 22 kms.