Sin duda la etapa de más belleza de lo que llevamos caminado.
El recorrido sigue recordando a las corredoiras de Galicia. Pero hoy además se le unen elementos paisajísticos que ensalzan la belleza de esas sendas cubiertas de barro de las lluvias de estos días. Esas paredes de piedra cubiertas de moho.
Un camino por carreteras secundarias. Por cierto hay que t¡enero mucho ojo al descender a Ribeira de Alcalamouque. Todo está bien indicado, pero en esta ocasión hemos seguido por la carretera hasta Rabaçal por cualpa de un despiste. Aunque se ha de poner de relieve que en dicha carretera, sin ser el camino, existen flechas que te llevan al equívoco.
Tras una subida exigente y una bajada aún más por carretera hemos llegado a Rabaçal. Parada obligatoria para reportar en todos los sentidos. Pero sobre todo para degustar sus famosos “queixos” y sellar en la oficina de turismo. Como interés sin duda las ruinas romanas que te enlazan con el mundo de Roma.
Por pìstas y alguna que otras cuesta sigues hasta Zambujal. En esta aldea el Camino es el centro neurálgico del marketing de la población. Todo o casi todo, sin olvidar el aceite, está dedicado a este Camino. Placas anunciadoras, Calles y actividades de todo tipo alrededor de este fenómeno de comunicación.
Desde esta aldea se inicia un recorrido, primero por carretera secundaria, no pasan coches, y sigue por una senda y pistas que te reconfortan por la belleza de sus paisaje. La orilla del río Mouros que nos llevarás hasta el último repecho para entrar en Conimbriga y pasear pos sus ruinas romanas. Etapa corta, pero intensa.
Dormir en Hotel Vitoria de Coimbra. 45€ la noche. Calidad precio muy bueno, En el centro histórico de esta ciudad universitaria.
