BARBACOA A BORDO…Día 4

Había expectación por conocer los productos de km 0 de este viaje y hoy tocaba. Pero todo a su tiempo…por la mañana hemos vencido el mar de fondo, el viento algo subidito y un movimiento extraño hasta hoy, pero producto de lo anterior. Con estas y un retraso considerable en lo de desayunar (el traslado y el balanceo, las velas, etc no aconsejaban poner mesa y mantel) llegamos frente a una isla de ruinas de varias civilizaciones, Sedir o la isla de Cleopatra. Cuenta la leyenda que la arena de la playa (por cierto clausurada para el público, solo la arena) es proveniente de Egipto y se trajo porque en esa playa (hoy llena de rusos, ingleses y turistas varios…muchos de medio pelo) se bañaron en su día Cleopatra y Marco Antonio (o lo que es lo mismo un nido de amor) Allí se conserva (bueno lo que queda) una iglesia bizantina (muy románica de planta) del siglo XIII. También un teatro muy bien conservado de la época griega y el templo de Apolo (unas columnas desparramadas) Lo que te puedes imaginar, es una ciudad amurallada porque hay restos muy bien conservados. Paseo ( con mucha filosofía sobre la fe, religiosa o no) antes de la llegada masiva de las excursiones que se concentran en esa playa y que no visitan (la cultura tiene pocos adeptos) los diversos monumentos. De vuelta el baño de rigor en una cala al abrigo del viento. Comida a base de verduras preparada de diferentes formas…la berenjena es la estrella. Luego siesta y de la cultura nos vamos a la agricultura. Paseo por Karaca hasta la huerta de Barát uno de los grumetes de la goleta. Fresas, patatas, pepinos, pimientos y otros productos que servirán de acompañamiento a la barbacoa de diferentes carnes…pollo, cordero,…regada con un torrontés de Mendoza (no figura Cafayate por ningún lado) Visita al super del pueblo y aprovisionado de  “aperitivos varios” y especialmente de tabaco que los fumadores ya andaban escasos (alguno es la primera vez que compraba tabaco en el viaje y mira que fuma…) Volvemos a la mar (mar de fondo) hasta una cala frente a la casa de fines de semana del presidente del país, Erdogán…no pensemos en un palacio real, pero si una muy espaciosa a la orilla de una playa atractiva. Aquí al abrigo de este viento que nos ha acompañado todo el día…un baño (el agua más fría que por la mañana) solo señoras (los chicos son más flojitos) aperitivo con aceitunas de aquí y todos a ver la barbacoa…Cocinada por el capitán…primero verduras (las del campo de hoy) y luego pinchos de pollo y de cordero…una buena experiencia. Final de gin tonic con repaso a casos personales o no, de situaciones desagradables padecidas por los presentes o por personas cercanas. Otro abuelito cebolleta de sobremesa nocturna antes de irse a dormir…