ETAPA 6 CORTONA-LUGIGNIANO

El día empezaba con una imagen inédita de Monticchiello. La carretera hacia Cortona nos hacía pasar por un lugar que todavía no habíamos utilizado para desplazarnos. Desde un montículo se veían las murallas y la torre de este pequeño núcleo y un paisaje arrebatador, Toscana claro.

De allí por una carretera que atraviesa un monte de grandes árboles y que te impide ver el horizonte llegamos a una de más tránsito y camino De Cortona. La localidad en la que se rodó “Bajo el sol de la Toscana” y que hace que cada día más americanos se pierdan por estos lares.

Cortona es una villa medieval, con algún antepasado etrusco y romano. Sus plazas, su catedral, pero especialmente esas callejas empinadas que te conducen a varias iglesias  de los siglos XII al XV hacen que experimentes una rara satisfacción de pasear por ella.

Además hay un excelente mirador que te permite ver de una ojeada todo el valle. Si no tienes previsto ir añádelo en tu plan de viaje.

Poco después de las  doce y media nos vamos hasta Anghiari otro de esos pueblos que se incluyen en las guías, pero que se apartan de los grandes circuitos. Allí se libró una gran batalla en el siglo XV entre milaneses y florentinos. Leonardo da Vinci reflejó en alguno de sus cuadros esta batalla y Rembrand reprodujo algunos lances de otros pintores.

Anghiari merece la pena. Además dada la hora comimos en el Restaurante La Nena. Unos entrantes realmente apetecibles. Unos tagliatteles al tartufo de verano (la trufa de segunda por la época) pero realmente muy bueno. Un vino de la zona a buen precio, nada del otro mundo.

Desde allí a Arezzo…aparcar que cuesta y a buscar el centro histórico  y la pìaza grande…

Primero la casa de Petrarca y el Duomo, espectacular en el interior.

Desde allí a contemplar envelesado la plaza que reúne todos los estilos arquitectónicos desde la Edad Media hasta el siglo XX. Las imágenes hablan por sí solas.

En este recorrido por la Toscana no podía faltar Lucignano. Otro de los top ten de esta región.

La verdad es que responde a la expectativa desde su portal para atravesar la muralla y entrar en un recinto que da la vuelta a la muralla. Un pueblo tranquilo con casi ningún turista y que espera su fiesta del 29 de mayo con la batalla de flores.  Un recinto medieval que  merece la pena visitar.

Cena de picnic en casa…Brunello de Montalcino para regarla…