Dia 3 de mayo de 2010
24,9 kilómetros
Salida a las 7,45 horas. Llegada a las 14,10 horas
Pasos intermedios. Teso de Mostelares. Ermita de San Nicolás. Itero de la Vega (almuerzo). Boadilla del Camino
Hotel San Martín de Frómista. Calidad-precio excepcional.
Para cenar Hostería de los Palmeros. No se lo pierda.
Antes de salir hay que hablar de la Taberna, lugar donde cenamos en Castrojeriz y donde pudimos degustar un Alión del 96 gran reserva a un precio de risa acompañando a un queso de producción propia que era pura mantequilla de la buena.
Si Castrojeriz ofrece un sin fin de monumentos que merecen la atención de peregrinos y peregrinos de la cultura. El final de esta etapa es uno de los momentos apoteósicos de este Camino de Santiago. Nos dirijimos a Frómista, casi nada.
Por partes, a las 7,45 salimos de Castrojeriz con la imagen de la monumental iglesia de San Juan. Por cierto no hemos podido visitar su claustro porque no estaba abierta en un domingo de mayo, menos mal que si lo hicimos de la excolegiata de Santa María del Manzano.
Tras la salida de Castrojeriz nos espera un pronunciado ascenso hasta el Teso de Mostelares, 140 metros de desnivel en poco menos de kilómetro trescientos metros, un 11% que a mi edad exige un esfuerzo suplementario, menos mal que es al princpio de etapa y las fuerzas están sobradas. Aquí hay que aplicar lo de la dosificación, es imprescindible. Subir a tu ritmo es la mejor de las medicinas. Llegados al alto atravesamos la planicie de Mostelares y al fondo aparece la primera imagen de la Tierra de Campos. Inmensos campos de trigo verde hasta donde se pierde la vista. Al fondo la fuente del piojo y tras ella la Ermita de San Nicolás, hoy convertida en Albergue de peregrinjos gestionado por la confraternidad italiana de San Giacomo de Perugia. Una iglesia románica del siglo XIII bien conservada. Allí dos voluntarios atienden durante quince días a los peregrinos que pernoctan. Está abierta desde el primero de mayo hasta finales de octubre.
A su lado el Puente Fitero, que separa Burgos de Palencia y permite el paso del río Pisuerga, protagonista en los próximos días. El puente data de 1072, bajo el reinado de Alfonso VI, pero de aquel ya no queda nada y hoy vemos vestigios de las reformas del siglo XVI.
Ya estamos en Palencia y nos dirigimos a Itero de la Vega, antes de llegar la ermita de Nuestra señora de la Piedad del siglo XIII y que ha tenido que ser reconstruida después de su práctica demolición. Almuerzo, algo tarde pues ya llevamos tres horas de camino y poco más de 10 kms. Un buen bocata de atún , pero muy caro para el lugar, desfasado con respecto a otros días. Buscar otro bar.
En esta población destaca la Iglesia de San Pedro de los siglos XVI y XVII.
Seguimos por una pista preparada para ser asfaltada hasta Boadilla del Camino, pero antes cruzamos una serie de construcciones sencillas a modo de habitaciones con cocina y chimenea, son bodegas particulares que sirven de lugar de encuentro familiar alrededor de un buen vino y un no peor cordero de la zona.
Boadilla nos recibe con una zona de descanso del pregrino donde está instalada una fuente que mana agua si haces funcionar una rueda de hierro en sentido contrario a las manecillas del reloj. Una simple curiosidad, el agua excelente y fresca.
En medio del pueblo donde conviven 132 almas una iglesia dedicada a la Asunción y a su puerta un monumento al rollo juridisccional que simboliza el poder comarcal. Una columna tallada del siglo XV y en él eran encadenados los reos antes de ser juzgados por el corregidor.
Avanzamos hasta encontrar el Canal de Castilla, obra culminante de la ingeniería castellana del siglo XVIII que se utilizó para transportar por via fluvial las enormes cosechas de trigo hasta Alar del Rey. A su lado una sirgas permitían el tiro de las barcazas.
Tras tres kilómetros caminando por una de sus orillas llegamos a las “Esclusas de Frómista” del propio Canal. Cuatro esclusas que servían para salvar un desnivel de más de 14 metros a base de rellenar de agua los bancales de piedra cxonstruidos al efecto. Sirvió hasta que el ferrocarril sustituyó este sistema de transporte allá opor 1959.
Cruzamos el Canal por las esclusas y entramos en Frómista hasta llegar a la iglesia de San Martín. Cumbre del románico palentino y yo diría que de todo el de España a nivel de elementos de su construcción. Tres ábsides, cimborrio de ocho lados, dos torres cilíndricas y una serie iniglable de capiteles. Vamos el vademécum del románico. Luego otras poblaciones de Palencia pueden presentar elementos únicos como el Friso de Moarves de Ojeda, pero el conjunto de San Martín es único.
San Pedro |
También está la parroquial de San Pedro, gótica de portada renancentista.
Publicado en Diario de Teruel
MOMENTOS MÁGICOS
Lo sencillo casi siempre acaba siendo mágico en el devenir de las pequeñas aventuras, como esta de recorrer el Camino de Santiago. Me explico, anoche en una pequeña taberna de Castrojeriz, que no por casualidad la preside un retrato de Toño, el dueño, con Claudio Coelho. Ocurrió eso que uno piensa que puede suceder, que nunca sucede hasta que se conjugan varias circunstancias que lo hacen posible. Imagínense, una cena para tres, sopas de ajo por supuesto y de pronto al pedirle un Ribera del Duero, no olviden que estamos en Burgos. Toño, como el que no quiere la cosa, nos ofrece un gran reserva del 96, no les diré la marca para no faltar a nadie, a un precio de risa porque quería que esa botella recubierta de polvo y salida de las oscuridades de su rudimentaria bodega se la bebiera quienes pudieran apreciarla en su justa medida. Honor que nos cabe después de mucha palabrería sobre el vino. Queso de producción propia y Ribera del 96 es pura magia.