SOLO QUEDAMOS SEIS

SOLO QUEDAMOS SEIS

Ha sido el día donde algunos compañeros de viaje han tenido (necesidades del servicio, supongo) que abandonar el barco (nosotros también) con destino a Barcelona. Eran las seis de la mañana cuando los han recogido en el puerto de Bodrum y dos horas después despegaban hacia Barcelona con escala en Estambul. Buen viaje. Nosotros (los seis que quedamos) hemos emprendido, dos horas más tarde, una nueva aventura viajera…destino San Petersburgo (el hermitage) bien vale una visita (ya que estamos aquí, la excusa es de la leche) Pero por aquello de no perder comba hacemos noche en Estambul. Después de salvar el tráfico (dos horas desde el aeropuerto hasta el hotel al lado del Gran Bazar (será casualidad) Rápidamente, porque cierran a las siete y son las dos y cuarto…maletas sin deshacer (total para una noche) comida típica (rápida, en menos de media hora, 40 € seis personas y a lo mejor repetimos) y por unas callejuelas (las de las joyerías y diamantes) hasta la entrada del Gran Bazar y a por las tiendas, que son bajitas y fáciles…tres horas de recorrido por esta ciudad de las compras, preciosa, variopinta y que no deja indiferente a nadie. Además una sociedad la turca donde se confunden la modernidad y la tradición islamista sin que nadie altere su ritmo de vida. La mezcla es enriquecedora para ellos y quienes venimos atraídos por la belleza de esta ciudad.

La inmensidad de ofertas de cualquier cosa que pidas (todo en forma copia) junto a la oferta de productos autóctonos le confiere esa categoría de Gran Bazar. Además aquí contrariamente a otros lugares de oferta similar, nadie te atosiga, te ofrecen si, pero sin hacerte sentir agobiado. La oferta es tan múltiple, que una cosa que veo 20 o 100 en el próximo negocio está más barata…es la ley del regateo y la negociación, deberían dar clases a nuestros políticos, porque al final ganan ellos y tú te vas pensando que has conseguido engañarles, hasta que te tropiezas con el producto cinco o más euros menos de los que acabas de pagar (resignación o a la universidad de la calle a aprender) Un bolso y otro más (creo que era el día mundial del bolso en Estambul) hasta que se cruza una piedra en forma de vela que rompe el monocultivo comprador…Un café reconfortante (para descansar de tanto anda y para) y vuelta al hotel a esperar la cena…

Hace dos años (estábamos en Estambul) fuimos a comer a un restaurante sobre el Bósforo (los de la orilla nos parecieron un robo) justo al lado del Bazar de las Especies. Hamdi, por más señas, y con la ayuda de google lo hemos encontrado, apenas a 10 minutos andando desde el hotel Boss en la zona de sultanahmet. El recorrido es tope interesante porque a diestro y sinistro, todo son tiendas locales, de todo lo que os podáis imaginar (después de pasar por la zona de tiendas de vestidos de novia, cualquier cosa puede suceder)…oferta de última hora, imitaciones de colonia a cinco euros, polos de lacoste y otras marcas a cinco euros…la cuestión es vender. Familias enteras, incluidas abuelas…pasean por esta zona ampliando sus compras habituales. Así se llega a una gran plaza bordeando una mezquita en reconstrucción y ahí está el Hamdi restaurant, desde el segundo piso la vista del Bósforo es espectacular (turístico, si. Pero a un precio más que razonable y la comida, no es como la de la goleta, pero tampoco desentona…el precio no os lo diré porque es de risa, Comparado con qué, sería la pregunta correcta) El bullicio abajo es enorme, claro desde allí salen la mayoría de los barcos que cruzan el Bósforo, vamos el autobús que te traslada de europa a asia en un periquete. Ya hemos cenado y toca dormir, que mañana volamos a San Petersburgo, veremos.