Nada más propio para el “centenario” de “mis” Crónicas que la “Tocata y Fuga” de “don” Carles Puigdemont un 8 de agosto de vacaciones para la inmensa mayoría de los catalanes. Tanto es el sentimiento vacacional, que hasta los propios Mossos lo interpretaron al pie de la letra. El operativo para la detención del expresident se conocía en el argot policial como “Yo estoy de vacaciones”. Con ese espíritu no me extraña lo sucedido, incluido en el paquete el sombrerito de paja disuasorio (muy apropiado para un veraneo a lo burgués en Menorca) Desde ayer me han pasado por mi “malévola” imaginación unas cuantas películas de “evasiones”, de superproducciones americanas (son los que mejor lo han hecho) Las huidas por los carnavales de New Orleans o el propio Steve Macqueen…la carrera a golpe de carter en San Francisco y al final me quedo con Peter Sellers en su personaje del inspector Clouseau y con Louis de Funes y su “gendarme Cruchot” que son los más adecuados para representar el vodevil de la aparición y desaparición de Carles Puigdemont. Me imagino la cara del juez Llerena, que incluso hubiera interrumpido sus vacaciones (ven como todo en agosto huele a vacaciones) para tomarle declaración en el Supremo…cuantas fotos de paparazzi sin “pantojas” nos hemos perdido por ese “descuido” de los Mossos.
Para escribir hasta aquí me he leído lo leíble en los foros online de los medios que de esto saben…especialmente el relato pormenorizado de Mayka Navarro en la Vanguardia. Conclusión a nadie (salvo el juez Llerena) le interesaba la detención de Puigdemont. Ni si quiera al president Illa, al que le ha borrado el protagonismo sin estar. Imagínense estando. La sobriedad del nuevo president de la Generalitat le permite estar por encima de autos teatrales con Borrás incluida. Hoy comienza a trabajar en la formación de su govern y ponerse manos la obra para acabar con la desconfianza hacia la institución y recuperar la credibilidad perdida durante estos años de parálisis administrativa.
Hay (le he leído entre las “izquierdas y las “derechas” mediáticas) quien da por acabado a Carles Puigdemont. Otros los de “fe” casi monacal en la independencia le guardan su sitio a “la derecha del padre” lugar bíblico para los elegidos. Su futuro político se constriñe a la actuación de sus siete diputados en Madrid durante el tiempo que dure esta legislatura y la derecha encuentre un líder (lideresa) que reúna en su persona los deseos del “barrio de Salamanca” visceral y los de la oligarquía económica con pedigrí intelectual. Me temo que para la burguesía catalana (un totum revolutum donde se encuadran ideologías de todo tipo, pero que obedecen al color del dinero y al estado de la economía interior y su influencia en la del exterior) Puigdemont es ya una anécdota y como tal ha de pasar a los libros de historia. El futuro lo están escribiendo con renglones extraídos de la época Pujol donde el “pactismo influyente” era el mejor combustible para la empresa catalana, con aquel Fomento preminente en la CEOE. Los resultados de las pasadas elecciones con Junts de la mano de los “Sánchezllibres” lo dice todo…No les extrañe que vuelvan a verse los pactos del Majestic o las conversaciones en Ferraz para decidir “lo mejor para el país”.
¿Se han preguntado después de la Amnistía de Sánchez un escenario con Illa de president, con un San Roque patronal, sin un Puigdemont paseando a lo “brazo incorrupto de Santa Teresa”?. Me cuesta imaginarlo, pero a día de hoy “es lo que toca” ¿verdad president? (Pujol quiero decir)