ETAPA 48 CEA-CASTRO DOZÓN

26 de abril

A las muchas veces que se hace el Camino y vas conociendo algunas de las piedras, pero especialmente aquellas cosas que merecen la pena grabarlas en el recuerdo. Uno se permite ciertas licencias que la primera o segunda vez ni se te ocurriría (no sea que el apóstol te niegue su favor) Hoy era uno de esos días donde había que engañar al Camino. Porque es domingo 3 de febrero (ayer San Blas) y porque pasábamos por Oseira donde se encuentra uno de los grandes monasterios de Galicia. Por lo tanto desde aquí, la casa de Casarellos, nos hemos ido chino, chano hasta Oseira. 8 kms y medio por un camino asfaltado a base de toboganes que subían hasta la aldea siguiente (te permitía hacer esa foto de conjunto de Casarellos, una finca de 10 Ha dedicada al Turismo rural y las vacas cacheanas , las fotos luego en Facebook) Bajas al río y vuelves a subir. Hielo, escarcha, frío y algún resto de nieve de días anteriores porque hoy el sol lucía como ayer…

Ya estamos en Oseira y como era pronto para la misa de las once y media un cafe con leche en el Bar Venezuela, para aliviar el frío del recorrido…Vicente con esa perspicacia que da el ser del terreno (de Formentera, claro) solo oía el rumor de los arroyos cargados de agua que iban directamente al río. La envidia, ciertamente nos corroe en ese aspecto. Pero Galicia disfruta de agua porque llueve (algo no cuadra amigo). Las fotos de rigor del Monasterio, construcción que va desde el siglo XII hasta casi antes de ayer porque además de las diferentes reformas sufrió (como casi todos) un incendio allá por el 1600 y algo. Luego la desamortización de Mendizabal y el abandono durante más de un siglo lo que propició el expolio (cuántas casas de alrededor y algo más lejos tienen piedras de Santa María de Oseira) En la capilla pequeña, que no en la iglesia (es invierno) con los once monjes, entre sacerdotes y legos, ha empezado la misa conventual celebrada por el padre Abad (cuando uno piensa que albergó a más de 150 monjes) Canto gregoriano y más de una hora de celebración para cuatro peregrinos y otros seis o siete fieles. Luego visita guiada (aquí había más publico) para conocer el Monasterio y los entresijos de su historia desde aquel 1100 aproximadamente hasta el hoy donde los monjes elaboran un licor de eucalipto (al que le tuvieron que cambiar la fórmula porque no había quien se lo bebiera) y algunas pastas por aquello de la regla de San Benito “ora et labora” que se aplica en el Cister (orden a la que pertenecen los monjes en cuestión). Satisfechos por conocer algo más de la  cultura que encierra este Camino Sanabrés hasta Compostela. A comer donde lo dejamos anoche y bien que nos ha valido la pena repetir. Apúntese el nombre: Ateneo en la N525 concello de Priñor. Pregunten por Sonia o Juan. Mañana hasta Silleda (ya casi vemos las torres de la Catedral De Santiago)