No sabía que el sonido de las grullas se le denominara “trompeteo”…Uno acude a los sabios y se entera. La mañana sobre las 8 horas y 20 minutos era fría, apenas dos grados en la intersección de la CO-4091 con las flechas del Camino que nos conducen hacia Monterrubio de la Serena, ya en Badajoz (tocaba cambio de provincia y de Comunidad, casi ná). Atrás Los Pedroches y sin jamón que nos vamos (no fue posible, pese a los muchos intentos…solo en Bodegas Campos de Córdoba pudimos probar “cortado a pellizcos” que diría mi amigo Paco Ruiz, un ibérico 100%, otra vez será)…Nada más comenzar la andadura por la senda oímos los gritos de las grullas (como ayer, pero en estéreo)…miramos hacia el cielo y la primera bandada en “perfecta formación“. La imagen era de lo más sugestivo…al fondo la salida del sol y en el cielo inmediato las grullas…parada y fotos, vídeos y lo que haga falta. Tras esta primera expedición venía la siguiente y después otra…en este menester hemos empleado casi una hora donde hemos visto la migración al sur de al menos unas mil grullas (número de Vicente. Me fío, es cazador y está acostumbrado a contar aves en el cielo)…Un espectáculo difícil de describir, menos mal que el teléfono móvil permite plasmarlo…y eso hemos intentando. Más bien tarde que pronto hemos reiniciado la marcha, sabiendo que nos quedaban 23 kms y había que andarlos. No obstante han seguido pasando bandadas de grullas con ese gritar característico conocido como “trompeteo” y que contrasta con “el silencio de los corderos”, los otros grandes protagonistas de esta etapa…también contados por miles. Y es que aquí nos han informado que de esta raza merina salen también a miles para la fiesta musulmana del Cordero en Marruecos…se nota la calidad. Allí dando cuenta de su alfombra verde debajo de una encina y en riguroso silencio pastaban unos cuantos…
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El paisaje tenía cierta semejanza con el de ayer…algo más alfombrado en verde el de hoy y con constantes contrastes con extensiones de tierra roja (ferrugosa diría yo). Después de cambiar por primera vez de provincia y comunidad, el río Zurja es el encargado de delimitar este territorio (la segunda vez que hemos pasado la frontera ha sido descendiendo de la ermita de la Virgen de las Alcantarillas por carretera) el paisaje cambia sustancialmente…atravesamos una línea férrea con algunas estaciones o apeaderos en desuso y observamos que entre las encinas se ha comenzado a plantar olivos…arbequina (más frondoso y los árboles unos junto a otros) y pico al de la zona. Una importante cantidad de nuevas plantaciones. Entre subidas y bajadas (leves) llegamos a la ermita de la Virgen de las Alcantarillas, data de 1898, aunque parece que fuera de ayer por algunos añadidos que la afean.
Desde allí se inician 9 kms por carretera, primero en Andalucía y después en Extremadura (demasiada carretera) que te lleva hasta Monterrubio de la Serena donde extrañamente en ninguno de los bares o restaurantes no hay Torta de la Serena, ni cordero Merino (alguien da más en lo extraño). No tiene la más mínima lógica o a lo mejor si la tiene y los de “afuera” no sabemos interpretarla. Mañana etapa corta hasta Castuera ¿habrá Torta de la Serena y cordero?…os lo cuento.