COSTA DE CÁDIZ

Día 5 de diciembre de 2015
Paseo por Medina Sidonia, ciudad a la que hay que volver necesariamente porque nos ha quedado mucho por vivir. Rápida visita a la plaza e iglesias contiguas. Se respira historia en todos estos pueblos pero aquí más.

De ahí a Vejer de la Frontera…seguramente uno de los pueblos más bonitos de la zona…su parte “vieja” es de obligado cumplimiento en un viaje por la zona. Calles empinadas, murallas que se asoman desde las casas.

Y después de un rápido recorrido por la localidad coche y a Tarifa. Ciudad cargada de simbolismo. Leáse historia y fronteriza con Africa. Pero también paraíso español del windsurfing. La ciudad y los alrededores están orientadas a esa actividad.

De Tarifa y su centro histórico nos desplazamos hasta la playa de Bolonia donde comeremos. Pero antes pasamos por Punta Paloma donde se cobija una de las grandes dunas de esta zona.
Bolonia dicen que es una de las playas con más encanto de España. Lo es, sobre todo porque en ella conviven lugareños, windsurfistas y las vacas retintas que tienen una carne magnífica a pesar de algunos agoreros.
Comemos en Las Rejas un restaurante de toda la vida. Remodelado donde se come producto de la zona. Tortilla de camarones, croquetas de choco y pescados del día…
Sin prisas, pero sin pausas buen consejo para aprendices y personas que les encante conocer nuevos horizontes.
Seguimos hasta el Palomar, dicen que uno de los más antiguos de Europa. No vale la pena el desplazamiento. Pero si vale la pena recorrer la carretera hasta Caños de Meca y el faro de Trafalgar. Puesta de sol de invierno y la historia que atesora.
Nos vamos a Cádiz. Allí seguimos carretera, más bien la única vía que te lleva hasta la mismísima Tacita de Plata…atraviesas la puerta y ya estás en la parte vieja de la ciudad. Hospedaje en Hotel Boutique Convento de Cádiz dos noches…87 € la relación calidad-precio es buena.
Cena en las tabernas de la zona. Tapas y alguna cerveza. En un bar en la plaza del Ayuntamiento chirigotas en directo. No os lo perdáis. Seguro que mañana volvemos. Crónica social cantada con muchos tintes de emoción.