Día 5 de mayo de 2010
23,4 kms.
Salida a las 7,45 horas. Llegada a las 13,50 horas.
Pasos intermedios: Calzadilla de la Cueza
Hostal Camino Real en Calzadilla. Muy bueno. Comida y cena correcta a 10 € la sesión. Buen gintonic.
Etapa realmente anodina. Una recta sin desnivel apreciable entre una villa histórica y Lédigos, antes de dejar Palencia y avanzar hacia León.
Pasado el río Carrión antes de las ocho de la mañana, el Monasterio de San Zoilo, hay que verlo en su interior, lo dejamos a la izquierda e iniciamos una pista de arcilla que nos llevará después de 17 kilómetos hasta Calzadilla de la Cueza. Conviene aprovisionarnos de un bocata y agua para no depender de servicios que hoy no existen. En medio de esta nada hay una zona de descanso que nos ha servido para almorzar.
En el camino dejamos a un lado lo que fue la abadía de Benevivere, no queda nada.
Después de atravesar la carretera de Bustillo, un listo ha instalado un container que haces las veces de bar. Café de pota, tes y bocatas pueden servir para los que no haya previsto el almuerzo.
Mas tarde por esa pista arcillosa atravesaremos la Cañada real leonesa.
A los 17 kilómetros Calzadilla de la Cueza a la que retornaremos dado que en Lédigos, seis kilómetros más tarde no hay nada reseñable en cuanto a hostelería.
Esperemos una etapa más interesante mañana. Paisaje de Tierra de Campos.
Publicado en Diario de Teruel
LA SOMBRA DE LA NIEVE
Dejar Carrión de los Condes para adentrarnos más si cabe en Tierra de Campos supone para el caminante la primera de las etapas conocidas en el Camino como las “aburridas”. Larga caminata por rectas interminables observando la caravana de peregrinos. Un horizonte verde o marrón y algún tractor que te distrae de los pensamientos. La suerte es encontrar alguien con quien charlar de lo que sea, aunque el diálogo, aunque no para besugos, pueda ser intrascendente.
Si eso no sucede toca pensar en todo lo que has visto, románico puro y a lo mejor alegrarte de que llegados a este punto después de 18 días de haber salido de Saint Jean de Pied de Port no hayan habido desgracias que te impidieran la marcha. Mientras estaba en eso de la alegría. Cansado de responder a conocidos de allá y del propio trayecto que pese a la edad y los inconvenientes ni una rozadura, vamos ni una mala digestión pese a los cambios de agua y los que es mejor ni una sola ampolla. Supongo que es bueno, pero te impide hacerte la víctima, deporte muy bien aplicado por algunos. Pues ya hemos llegado a Lédigos y mañana les cuento otra.