ETAPA 13

AL FINAL LA MONTANERA

Entre Trujillo y Aldea del Obispo hay apenas unos 14 kms de los cuales prácticamente 8 son por la carretera, la EX-208 que además es vía pecuaria. Pues con esa previsión hemos comenzado la mañana algo tarde, serían las 8,50 aproximadamente y partimos desde la Plaza Mayor de Trujillo. Una vez en la carretera la fisonomía del paisaje es igual al que dejamos, excepto que cambia el latifundio por el minifundio…los cercados (de piedra como las dehesas) tienen menos superficie y los animales, los domésticos para una economía de supervivencia…una cabra y una oveja acompañan a unas gallinas que campan por sus anchas a cielo abierto. Tanto es así que hoy tocaba “el día de las gallinas en libertad”…un poco más adelante otro cercado con tres ovejas que nos miran fijamente preguntándose ¿dónde van estos locos? Algunas vacas (pocas por el momento) y carretera y manta (lo digo por los guantes y el gorro polar) Hasta que en el km 8 (el 70 de la Ex-208) te desvían a la derecha para tomar el “cordel de Aldea del Obispo) Allí mismo al fondo una charca y a su alrededor unas cuantas vacas (muchas) saboreando las sales minerales que acaba de repartir el dueño…luego ya vendrá pacer por la finca con ese verde reluciente de hierba fresca. Empieza una ruta de aproximadamente 6 kms por un terreno de dehesa sin vallar entre encinas, jara y con olor a campo…nos perdemos una vez y luego hay que fijarse y tirar de Google maps (como podéis apreciar las señales que distinguen el Camino, las flechas amarillas brillan por su ausencia, que mal lo tienen) para seguir entre la maleza, mientras observas las huellas de los jabalíes buscando la bellota y algo más…Hacia rato que veníamos oyendo el graznar de las grullas pero no las veíamos…hasta que primero el vuelo de tres nos alertó…luego unas siete u ocho en un campo tranquilas hasta que detectaron nuestra presencia y adiós (una foto lejana) Luego Jean Luc nos manda silencio…serán más grullas, pensamos. Pues no al llegar al cercado nos encontramos con una piara de cerdos ibéricos de los nacidos en octubre, a los que después de 60 días los llevan a la dehesa en lo que se denomina “cría en extensivo o libertad” para que aprovechando la Montanera (octubre-finales de febrero) vayan acostumbrándose al campo y a subsistir en lo que será su causa hasta febrero o marzo del 2021 que irán al matadero. Con el regusto de haber visto uno de los habitantes privilegiados de la dehesa esperábamos encontrarnos con el toro bravo, el rey de la dehesa, Pues no (pese a que le avisé de nuestra presencia) ni se ha presentado…tendría otros compromisos. Con el recuerdo del cerdo ibérico…a pocos metros vuelve el sonido de las grullas y cientos comienzan a volar…algunas en perfectos vectores siguiendo a la guía (ahora si que pienso que ya están de vuelta hacía tierras más calurosas) Hasta hoy habíamos tenido algún conato de caída, aunque los palos habían funcionado como un reloj suizo…Pero antes de llegar a destino en Aldea del Obispo, pasando un arroyo de tres al cuarto…caída de este escribidor, sin consecuencias, pero cómica como ninguna. Hoy de comer ni hablamos…la referencia sería tan desastrosa que mejor lo dejamos para otro momento. Mañana a las puertas de la Sierra de Monfragüe (amenaza lluvia y eso limita su belleza) uno de los mayores atractivos naturales de Cáceres…