SANTA MARINA-BARCIA

Dicen que el alma es inmaterial. Pues les aseguro que no. Hoy durante la primera subida en serio, después han habido dos más. He podido comprobar que el alma pesa y mucho…pero bueno seguiremos  creyendo que es inmaterial porque no les voy a convencer. Pero si hacen este Camino ustedes también lo pensarán…al tiempo.

Tres kms y medio de carretera hasta Ballota te dan para comprobar que por la          N-632a no pasa nadie a esas horas. Desde Santa Mariana hasta Ballota que es el primer tramo no hemos contabilizado ningún coche y en Ballota nadie hasta el final del pueblo donde había un bar, dos coches y un persona que salía del bar…ah se me olvidaba el repartidor de productos congelados “de tu teléfono a tu congelador en una sola llamada”… Y de ahí sin remisión a una bajada con saña…presagio de una subida de las de recordar en próximos Caminos. Pues era cierta la presunción y no de inocencia precisamente…

La subida es tan pronunciada y larga como para tener que descansar en dos ocasiones. Pero valía la pena por ver la playa de Tablizo y el puente sobre el río Cabo, que decían que temblaba, aunque ahora de piedra ya no…Foto de la playita y a subir…hasta que pese el alma…Arriba asoma por una rendija entre árboles la playa de Ribón otra maravilla de la Costa Asturiana. Volvemos a nuestra carretera y nos damos cuenta que por allí no ha pasado nadie y son casi las diez y media. Los restos a del vendaval están intactos. Una carretera nacional por la que en casi tres horas no ha pasado ningún vehículo es un lujo al alcance de pocos países, verdad?.

Ya en el horizonte Cadavedo primera localidad con algo más de actividad. Parece que aquí se empiezan a desperezar a las once o como hoy cuando el transporte de Butano te tortura los tímpanos a cada momento y no solo en uno, sino en todos los núcleos de población que vas pasando…no tiene fin el claxón del camión…que pesado.

En Cadavedo dejamos el Camino para buscar la playa. Craso error porque la opcción buena es subir directamente al pueblo sin pasar a la playa y desde allí acudir a la ermita de la Riégala desde donde se divisa la playa y los acantilados…Lo hemos resuelto mal.

Desde aquí se inicia la segunda parte de la etapa que nos llevará casi por parajes similares hasta Barcia. Villademoros, Quintana y San Cristóbal son tres aldeas que practicamente se unen entre ellas. Y a circular hasta Querúas alternando senderos con carretera y de allí a Canero pasando por el río Esva y allí nos espera la segunda gran subida del día hasta la misma A-8…como ya he comprobado que el alma no es inmaterial, lo único que me quedaba era certificarlo y les aseguro que si. Un paseo por  el lateral de esta vía y entramos en unos senderos que nos conducen hasta Barcia, final de etapa.

No nos resistimos y nos hemos ido a comer a Luarca…sabiendo que el temporal ha impedido que los pesqueros locales se hagan a la mar y lo del pesacado esté crudo. Pero siempre nos queda una buena fabada y algunas almejas de mariscadores de baja mar…Restaurante Miramar, de lo poco que está abierto…correcto sin más. Calidad-precio caro.

Mañana a jugar a los toboganes, otra vez más (esta vez las guías endurecen el recorrido) pues no se yo si puede ser más…

Dormir en Casa Rural La Fonte de Barcia a 38 € la sencilla. Una de las mejores del Camino. Una casona antigua rehabilitada como casa rual de buena factura y con una atención personal de primer orden. Vale la pena este compromiso con la naturaleza de los dueños.