La capital comercial del reino halauita. Edificios modernos, zonas de gran comercio. Actividad empresarial. Todo ello combinado con un tradicionalismo marcado sin duda por la religión. Todavía pueden verse en esta ciudad vestigios de las culturas dominantes en el siglo pasado. Francia y España están muy presentes en esta gran ciudad.
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No obstante las formas de vida de sus ciudadanos no se aparta en nada de la dominante en todo el país…La religión marca el fondo y la forma de comportarse de los marroquíes. Aunque en ciudades como Casablanca la influencia occidental se deja ver.
Lo primero que hay que ver en esta ciudad es:
Gran Mezquita Hassan II
Una obra faraónica sufragada por todos los marroquíes en suscripción popular. Está situada sobre la playa cercana al puerto y a la medina. Su minarete de más de 200 metros es el más alto del mundo árabe.
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La Mezquita dispone de una gran sala de oraciones para 25.000 fieles y una explanada para 80.000 personas. El edificio tiene 25 puertas de titanio y latón. El interior es realmente esplendoroso: 76 pilares sostienen un gigantesco techo en madera de cedro pintado, que puede abrirse, dejando que el cielo se refleje en el agua del estanque del patio, de 10.000 metros cuadrados de azulejos, 67.000 metros cuadradosde escayola y 53.000 de maderas preciosas, mármoles y lámparas de cristal de Murano.
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Ciudad antigua o medina
Junto al puerto, se encuentra la medina de Casablanca, de menor interés que las otras ciudades imperiales aunque es un buen lugar de compras de artículos de marca y marroquinería. En los últimos años se ha procedido a su restauración, mejorando su atractivo turístico.
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A destacar el zoco de la hechicería, donde te predicen el futuro y el de remedios tradicionales donde se fabrican cremas caseras para curar cualquier enfermedad. Se puede comprar vasos de té, teteras, babuchas a precios más baratos que en el centro y no hay tantos turistas.
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La nueva medina o barrios de Habous
Situada al sur en el distrito Mers Sultán y construida por los franceses al estilo árabe, para remplazar el viejo barrio, es un buen lugar para las compras de artesanía, especias, babuchas, etc.
Un paseo agradable por las tiendas nos permite encontrar objetos de art decó. Hay un poco de todo: vendedores de ropa, los tradicionales anticuarios, joyerías, librerías, tiendas de muebles marroquíes, venta de aceitunas y especias, caldereros, vendedores de alfombras, etc. Una serie de pequeñas tiendas y bazares revelan a los visitantes una gran variedad de artesanía marroquí de todo el país: cerámica, artículos de cuero, muebles de madera…
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Algo importante en Casablanca, recordar la película que colocó a esta ciudad en los mapas del mundo. Un café, un piano y saber que nunca existió, pero que hoy puede contemplarse aunque sea una simple imitación. El Rick Caffé
