El lunes, también festivo en México. Fue el día dedicado a Xochimilko. Turisteo total. La verdad es que si lo recorres con personas autóctonas el interés está muy por encima de los resultados finales. Es un paseo en unas barcazas durante dos horas en las que te relajas de tanta circulación rodada para llegar y contemplas unos canales y unas islas imaginarias a tu derecha e izquierda.
La siguiente etapa está en recorrer el mercado de las flores en esta localidad. Bueno una cosa más. Sin mayor interés que ver la cantidad de cactus y plantas que hay por estos andurriales.
Como el día daba para más fuimos hasta Coyoacan. El barrio donde en épocas pretéritas vivían los intelectuales. Una excelente experiencia por la vía de conocer esta parte, que llaman muy tranquila. Allí está la casa de Frida (ya hicimos referencia) y la de Trosky. Lo interesante de este barrio es la concentración humana entorno a su plaza central y su iglesia. Para llegar hay que tomarlo con mucha paciencia debido a la circulación. Un caos en toda su extensión. Cafés, taquerías, restaurantes y tiendas de todo tipo se concentran en poco más de tres cuadras. Y un inmenso gentío de fiesta.
Su mercado tiene el atractivo de ver cómo se desarrolla la vida cotidiana en esta zona de DF. Comimos allí a 80 pesos el menú, 5€. Recomendable.
El café en El Jarocho en Coyoacan. Excelente. Si vienen por aquí, que lo harán porque pasarán por la casa de Frida Kalo, acérquense a este bar donde sirven un excelente café.
Tarde dedicada al no fer niente y cenar en un argentino cerca del Ángel. Buena cocina de producto. Lo mejor una larga tertulia con algún amigo expatriado y alguno que vino a los toros, Realmente conocer determinados datos te permite hacerte una composiión de lugar sobre algunas gentes de este país. Y entiendes someramente algunos por qués…