REENCUENTRO
Desayuno exprés a medida que íbamos bajando de las habitaciones. A la turca pobre, con piscina delante, fruta…quesos variados (tres) pepino y tomate (pa un gazpacho) y claro con esto todos alabando a las aceitunas (como si viniéramos de la mismísima Suecia en invierno. Pa aceitunas las manzanillas del sur de Sevilla) A medias los huevos (fritos y a dúo, como tuvieses que repartir, la yema se quedaba en la sartencilla y la clara en tu plato. La pregunta era ¿mojas tú o mojo yo?, era la primera decisión del día) Acabada la frugal colación con agua de “derrame” (qué no entienden, se lo explico. Delante una imitación de vaso de un plástico flácido. Señoras entradas en años, está prohibido imaginar gráficamente el significado de flácido) al abrirlo a modo de yogurt te mojabas directamente en el espacio donde se refugia el “flácido”. A pagar, 120 del ala por eso…uno se imagina cualquier AC en temporada baja y se le queda cara de tonto. Las maletas a recaudo, tiradas en la recepción, como si viniera uno y dijera esta es la mía y “adiós Gwendoline” que cantaba Julio Iglesias. De ahí visita obligada a la goleta por aquello de “veis lo que os habíamos dicho” dedicado a los nuevos…sorpresa el “capi” no está. La tripulación nueva, menos uno…que alegría del muchacho de ver unas caras conocidas. Sin perder un minuto al shopping…Gocek no ha cambiado de ubicación, la marina, la calle paralela. Los cafeteros en un arrebato de “mono de droga” a por el expreso (repetimos donde cenamos) conversación intrascendente y primeras visitas a tiendas de todo…para todo, la subida de precios. Antes venías comprabas camisetas, pantalones, relojes, bolsos, etc…todo “trucho” pero que daba el pego (menos los rolex que ahí es difícil…no por la imitación si no por lo que la gente sabe o se imagina de tu liquidez, lo del patrimonio puede engañar) Una tienda de vinos, albricias “vamos a por burbujas para brindar” repite quien está más acostumbrada al “champagne” que al lambrusco…”cuántas almejas no habrá abierto ese lambrusco de a 3€ la botella, del rosado claro” Lo que hace el poderío económico…ya no nos acordamos de cuándo bebíamos gaseosa…mira que haberlo cambiado por el “seven up”, 0&0 por supuesto, cuestión de los nutricionistas…
Después de no comprar nada (que caro está todo…unas zapatillas de pijo, fabricadas en Mallorca que allí cuestan setenta aquí 120, oiga que son de imitación, le espetamos…es lo que hay, responden en turco para que no las entiendas) En ese momento vemos sentado con un café delante al capitán de nuestra goleta, Abrazos, parabienes, presentaciones de los “nuevos en esta plaza”. Comentarios sobre el estado físico del andoba. Por la cara de “las mayores” se confirma la impresión. A comer. Difícil cuestión cuando somos diez y cada uno está pensando en lo suyo…buen o los hombres no, nuestra docilidad nos lleva a conformarnos con cualquier cosa, incluso con una ensalada para no contrariar a las señoras que lo primero que piensan es que estás gordo…además de lo dicho en párrafos anteriores y que no quiero mencionar. Elegido el sitio. Las “jefas” porque en estos menesteres “haberlas hailas” como las meigas en Galicia. Toman la iniciativa y deciden los primeros (estaban de lujo, cuanto saben. Será la experiencia.
Satisfecho el deseo, más del estómago que el de uno mismo, a la “goleta” que ya estamos tardando…de nuevo la alegría del reencuentro, esta vez oficial, y a contar maletas, faltan unas…coño, mis braguitas…resuelto el problema y ante una mesa con viandas varias…fruta, bizcocho y una “burbuja” para brindar de nuevo a comer…”pero si no tenías hambre”, menos mal que lo retiraron con prisas, si no fregamos hasta los platos…de las cerezas ni hablamos…
A navegar, una horita, corta de navegación con el “ohhh” en la boca y las retinas dando vueltas por el paisaje. Llega la hora de atracar en una cala de aguas calmas, mientras llueve tímidamente (cuatro gotas contadas) amarre y los más ansiosos a bañarse, cayac, pádel surf (deporte para espíritus tranquilos o practicantes del yoga y la sopa de perejil) Aperitivo (otra vez comiendo, piensas) al poco ya no queda ni el pepino (que normalmente no lo comes porque te repite) En un plis, plas los chicos (grumetes) colocan la mesa y al abordaje con la cena…verduras con yogurt (aparecerá más de una vez en esta crónicas) ensaladas variadas, tomate y de segundo dorada (piscifactoría) al horno. Un marqués de riscal de crianza (esa es otra, entre comida, aperitivo y cena, sin contar las cervezas, que llegaron con retraso…comer hemos comido, pero beber no se le queda atrás) Conversaciones sobre historias para no contar de la farándula política (cuanto daño ha hecho el sálvame) y a dormir a eso de las once con el deber cumplido y sin un gin tónic que llevarse a la boca…verás esta noche…