UNA ZAMORA IMPRESCINDIBLE ETAPA 11

UNA ZAMORA IMPRESCINDIBLE

No había nada que andar este sábado pasado por agua y von frío de 4 grados y sin embargo los contadores virtuales nos dan que hemos hecho 14 kms sin salir de Zamora, vamos prácticamente de la zona monumental (es que aquí hay mucho que ver). Un señor que regenta una vinoteca al lado del ayuntamiento viejo nos contaba que en el siglo XIV aquí habían 75 iglesias románicas (los libros. hablan de 64, pero con ermitas y pequeñas capillas pueden ser) hoy quedan en la ciudad y alrededores próximos 23 (alguien dijo 21, pero no vamos a discutir) La realidad es que Zamora (61700 habitantes) es imprescindible si se quiere conocer que fue aquella amalgama de reinos después de Fernando I (allá por el 1070) Y hoy tocaba acercarse a cada una…hacerle una foto (fuera y si es posible dentro) y llegar por la rúa de los notarios hasta la catedral y el castillo. La galería de fotos es un resumen de los visto. Después ver el puente medieval que cruza el Duero (que ancho baja) y detenerse en la Catedral, espectacular y si encima te la pinta el día con dos cigüeñas mucho mejor.

Esta es una ciudad que refleja la idiosincrasia de sus ciudadanos. Sobria (como el arte románico) de poca luz interior en sus casas. Aunque si recorres la calle Santa Clara y el puro centro monumental hay edificios modernistas que rebosan color y luz interior a través   Galerías abalconadas que dan a la calle. Sus habitantes reflejan en su actitud lo que trasmite la ciudad. Poco dados a la risa o a una expresividad fuera del tono educado. Paseas y notas el carácter sobrio que impregnan las piedras de las iglesias o las murallas. En los bares (que haberlos hailos y siempre con gente) el tono de la conversación es el justo para que los otros grupos puedan entenderse sin necesidad de hablar en grito. Me gusta Zamora. De verdad, Zamora bien vale un desplazamiento desde donde estemos para conocerla. Luego están otros atractivos externos, como Toro y su colegiata del siglo XII o las viñas de Tierras del Vino, de Toro y de Ardiles…pero eso es otro viaje.

Comer en don Mariano un lechazo al horno con unos entrantes que quitan el hambre…mollejitas y revuelto de morcilla. No dejen de probar el postre, cañas de Zamora. Lo dicho Zamora es imprescindible.