A LAS NUEVE SOPA
Nunca sabes antes de salir a e¡una etapa del Camino cuál o quién será al final del día el protagonista de la jornada. Casi siempre hay una imagen que te cautiva más que las otras…un pedazo de camino que te transmite sensaciones diferentes…si habéis leído alguna de estas crónicas, descubrir que la dehesa o las corredorias son mis paisajes favoritos, no es difícil…pero hoy se ha convertido en ese “objeto oscuro del deseo” de Luis Buñuel, trasladado a Salas en Asturias, un local de comidas… Casa Pachón, dicen las guías que su menú del peregrino es uno de los iconos de este Camino Primitivo…doy fe de ello. Después de 23 kms y más que medio hemos llegado sanos y salvos a Salas (la cuesta final se las trae, pero está totalmente justificada) justo cuando las chicas y chicos salían del instituto, las 14,30 para ver exactos…Da gusto mezclarse (por unos metros) con tanta juventud. Después de dejar mochilas y especialmente las botas en la habitación…siguiendo los consejos de las guías hemos recalado en la terraza y al sol que más calienta en Casa Pachón…dentro estaba a rebosar (no me extraña, lo digo pasadas las cuatro y media de la tarde) de gentes locales, porque Peregrinos éramos los únicos. A lo serio…menú de entrante, una sopa de pescado al pimentón…primeros, menestra de verduras con carne y lentejas (es lo que hemos pedido, pero la oferta era mayor) y quedaba un segundo, chuleta, picadillo o sardinas…los tres impresionantes. El postre (por primera vez todos hemos pedido postre) me lo reservo (el doctor podría tomar represalias contra mí) Regado con vino en “frasca” (como me recuerda a tascas de antaño) gaseosa y agua (como para una boda). Ya de noche unan frugal colación, acabamos a las nueve con un plato de sopa reconfortante y algo de sidra (estamos en la tierra) y a dormir.
Ah, qué ha habido una etapa…si. Salimos de Grau con una subida de “injusticia total” para seguir con otra llevadera hasta el km 5 y pico frente al monasterio de El Fresniu…de ahí unja bajada, también infernal hasta la iglesia de Santa Eulalia del siglo XII. Después viene el paseo por la orilla del Narcea y seguido del puente por un “bidegorri” hasta el monasterio de San Salvador del siglo XIII y que sigue ahí pendiente de restauración. Los tres ábsides son muy representativos de la época. Mitad de etapa, descanso y a buscar el resto. Camino como deben ser los caminos…subidas, bajadas, algo de carretera, corredoiras, corredoras en Asturias, barro de ayer, arroyuelos con demasiada agua (aunque hemos terminado secos) y con más parsimonia que ligereza hemos llegado hasta aquí después de 23,67 kms. Lo de después ya se os lo he contado…mañana hasta Tineo…subir y subir…no se preocupen que al final subimos…
